Muchas veces levantarse de la cama se convierte en una hazaña titánica. Atrapados entre la comodidad de las sábanas y la perspectiva abrumadora de las responsabilidades diarias, un 57% de las personas optan por aplazar la alarma, prolongando esos “cinco minutos más” que se transforman en treinta o cuarenta.
Para contrarrestar este desafío invernal, el experto en sueño Martin Seeley propone la “regla de los 10 segundos”, un truco infalible para levantarse de la cama al primer sonido del despertador.
La clave radica en actuar con iniciativa y abandonar la cama en menos de diez segundos, convirtiéndolo en un hábito para evitar la tentación de volver a acostarse.
Algunos pasos para incorporar este hábito:
Levántese rápido: Muestre iniciativa y abandone la cama en menos de diez segundos.
Ducha rápida: Una vez levantado, diríjase al baño o comience a preparar el desayuno en lugar de quedarse en la cama. Una ducha caliente facilita el proceso de vestirse y regula la temperatura corporal.
Aunque el estudio revela que el 57% de las personas pospone la alarma para disfrutar de unos minutos adicionales en la cama, Seeley enfatiza en no sucumbir a esta práctica. Abandonar la habitación rápidamente y mantenerse activo es clave.
En la formación de hábitos, especialmente el de levantarse temprano, se requiere un enfoque gradual y constante. Seeley comparte algunos consejos para crear y mantener hábitos exitosos.
Hábitos
Establecer metas específicas: Comience con metas realistas, introduciendo uno o dos hábitos al principio. Aumente la complejidad gradualmente para lograr el éxito a largo plazo.
Definir un plan y eliminar excusas: Supere la pereza y la resistencia identificando y contrarrestando las excusas. Priorice tareas, asegúrate de tener los recursos necesarios y enfrenta las obligaciones.
Programar recordatorios: Utiliza alarmas personalizadas y notas estratégicas para recordar los nuevos hábitos.
Controlar el progreso: Lleve un registro de los hábitos diarios para identificar el éxito y los obstáculos en el proceso.
Celebrar los logros: Concédale pequeñas recompensas al final de la semana o mes para celebrar los avances, evitando comportamientos contraproducentes.
La “regla de los 10 segundos” y la formación de hábitos sólidos son las claves para vencer la resistencia invernal y comenzar el día con energía.
¿Es malo dormir con el ventilador encendido toda la noche?
Dormir con el ventilador encendido tiene varias ventajas que pueden contribuir a una mejor calidad de sueño. A continuación, se describen algunos de los beneficios más destacados:
- Temperatura más fresca: Uno de los beneficios más evidentes de tener un ventilador en funcionamiento durante la noche es la disminución de la temperatura en la habitación. Esto puede ser particularmente útil en climas cálidos, ya que ayuda a evitar el calor excesivo y mejora el confort del durmiente.
- Ruido blanco: Muchas personas encuentran que el sonido constante del ventilador crea un ambiente de “ruido blanco”, que puede enmascarar ruidos molestos, como el tráfico exterior o los vecinos ruidosos. Esto puede mejorar la calidad del sueño y ayudar a conciliarlo más rápidamente.
- Circulación de aire: El flujo de aire continuo generado por el ventilador puede contribuir a una mejor circulación del aire en la habitación, lo que ayuda a reducir la sensación de estancamiento y humedad. Esto puede ser beneficioso para las personas que son sensibles a las alergias o tienen problemas respiratorios.
Desventajas de dormir con el ventilador encendido
A pesar de las ventajas mencionadas, existen algunas desventajas y preocupaciones asociadas con la práctica de dormir con el ventilador encendido durante toda la noche. A continuación, se exponen algunas de las principales preocupaciones:
- Sequedad en la piel y las vías respiratorias: El flujo de aire constante del ventilador puede provocar sequedad en la piel y las vías respiratorias, lo que puede resultar en irritación, especialmente para las personas con piel sensible o afecciones respiratorias, como el asma.
- Dolor muscular y rigidez: Algunas personas pueden experimentar dolor muscular o rigidez en el cuello o la espalda debido a la exposición constante al flujo de aire frío. Esto es más común en situaciones en las que el ventilador está directamente apuntando hacia la cama.
- Mayor consumo de energía: El uso constante de un ventilador durante la noche puede aumentar el consumo de energía eléctrica, lo que se traduce en costos adicionales en la factura de electricidad.