1. Negocio saludable
Estados Unidos, China, Rusia y Reino Unido protagonizaron una batalla épica por desarrollar una vacuna segura y efectiva, pero no solo con la sana e inocente intención de terminar con la pandemia de coronavirus, que ha hundido a la economía mundial en una recesión solo comparable con la Gran Depresión de 1929. Además, estaba en juego ganar un enorme poder de influencia en el mundo y hacerse acreedores de un negocio farmacéutico multimillonario.
A diferencia de la Guerra Fría, cuando Estados Unidos y la entonces URSS establecieron una carrera armamentista, ahora estos países se pelearon por un desarrollo biotecnológico que desafía al desarrollo tradicional de las vacunas. No en vano los rusos no dudaron en referirse a este hecho como “un momento Sputnik”, en una clara comparación a la carrera espacial con Estados Unidos.
Pero no es que la vacuna se haya creado en un tiempo récord y “qué susto que el remedio sea peor que la enfermedad, porque eso ni lo probaron bien”, como dicen; los científicos llevaban años trabajando para las vacunas contra el Sars, y estudios más recientes demostraron que el Síndrome Respiratorio Agudo Severo, Sars, se comporta de manera similar a su pariente genético covid-19 y encontraron la forma como ataca el virus a las células.
Voluntarios para probar las vacunas no faltaron, porque a diferencia del Sars que no se propagó, y los financiadores de la vacuna perdieron mucho dinero, el covid llegó hasta el mismísimo fin del mundo, la Antártida, así que muchos actores de la sociedad querían una solución pronta y apostaron por la vacuna.
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Gobiernos y donantes han invertido miles de millones de dólares para crearlas y probarlas. Organizaciones filantrópicas como la Fundación Gates han respaldado la causa, como el fundador de Alibaba, Jack Ma, y la estrella de la música country Dolly Parton. Los gobiernos han proporcionado US$ 8.600 millones, según la empresa de análisis de datos científicos Airfinity, las organizaciones sin fines de lucro cerca de US$1.900 millones. Solo US$ 3.400 millones provienen de la propia inversión de las empresas.
“Pfizer, Moderna (estadounidenses), AstraZenec (británica) y Sputnik V (rusa) han demostrado ser altamente efectivas, por arriba del 87 % del margen de respuesta génica. La más alta: Sputnik V y la de Pfizer, que llegan al 90 % de efectividad”, asegura el doctor Eric Ibarguen, médico especialista en medicina y interna y cuidado crítico, de la Clínica de Occidente. Él explica que “las vacunas están compuestas por un fragmento de ARM, ácido ribonucleico mensajero, que ni siquiera es virus atenuado, es un fragmento que toma del ARN que transporta la respuesta génica del virus, que hace que tu cuerpo lo reconozca como inadecuado y que produzcas anticuerpos o defensas contra el virus; la de Pfizer y la Moderna utilizan estos compuestos. Y Sputnik V y AstraZeneca utilizan un vector vírico, es decir que inoculan el ARN del coronavirus en otros virus que no es patogénico y que sirve como cotransportador del virus y hace que se produzca la respuesta antigénica”.
En los primeros siete días de la aplicación de la vacuna, puede dar cefalea, altralgia (dolor de articulaciones), mialgias (dolor muscular), sensación de resfriado, fiebre.
Pero, ojo, no hay que alarmarse con términos como “vírico”, no es que la vacuna inyecte el virus o la enfermedad, ni mucho menos un chip —mucho Netflix y Amazon—algo imposible por esa vía—, sino que toma instrucciones de una parte del virus para que el organismo se prepare y genere anticuerpos. Son necesarias dos dosis, solo una viene con una sola dosis, pero su rango de efectividad no es tan alto. “La primera dosis genera una primera exposición al ARN del virus y despierta el sistema inmune y la segunda, sostiene ese efecto en el tiempo”, dice Ibarguen, quien, por trabajar en la UCI, se aplicó la vacuna hace 15 días y sólo sintió dolor en el sitio de la aplicación y algo de congestión.
La única contraindicación es que los pacientes hagan respuesta de anafilaxia -reacción alérgica grave en todo el cuerpo a un químico que se ha convertido en alergeno-, frente a algunos de sus componentes. “Pero no es que si usted tiene alergias alimentarias, al latex, a los perfumes o al polvo, vaya a dar una respuesta alérgica, solo pacientes que a causa de una respuesta no adecuada a un medicamento, hayan desarrollado una condición grave que los haya llevado a la UCI o a la hospitalización”, aclara el médico.
Hasta quienes han tenido covid deben vacunarse después de 60/90 días. Pero ni vacunados podemos arrojar al cielo los tapabocas ni irse corriendo a la casa a abrazar a la mamá, por pura responsabilidad social no lo haga hasta que no se logre la inmunidad de rebaño. Esta se da si la población del mundo tiene una exposición directa al virus y todos nos enfermamos, y ¡Sálvese quien pueda! o si un 70 % de la población esté vacunada. Si persiste la duda, aplíquese la primera dosis anti-mitos.
Es menos frecuente la aparición de ganglios. Solo 11 personas tuvieron reacciones severas alérgicas
por cada millón de vacunados.
2. Derrumbar mitos
¿Se va a poner la vacuna?, le pregunta el médico cirujano caleño Alberto Negrete Hoyos (hijo) a sus pacientes, y tiene que escuchar todo tipo de respuestas, resultado de los mitos más traídos de los cabellos y teorías de conspiración inimaginables: “Le tengo miedo a las vacunas”, “Doctor, ¿la vacuna engorda?”, “¿Y cómo me asegura que la vacuna no trae un microchip que le implantan a uno y que Bill Gates está detrás de todo?”, “Yo no sé si creer en el covid”, “Me la quiero aplicar ya porque estoy que me rumbeo”, “Dicen que esas vacunas las están haciendo con tejido de los fetos que la gente aborta”.
Y aunque parezca de Ripley, ha escuchado de gente que dice que prefiere inyectarse aguapanela con limón o dióxido de cloro para volverse inmune, antes que “la peligrosa vacuna contra el covid-19”.
Incluso figuras públicas como Miguel Bosé, cantante español, líder de una manifestación antimascarillas al inicio de la pandemia, han reiterado públicamente su rechazo a la vacuna contra el coronavirus, por sospechar que hay algo oscuro detrás de esta, “una alianza entre España y Bill Gates para controlar a la población en un nuevo orden mundial”, como dijo el intérprete de ‘Amiga’.
Hasta figuras respetadas de la actuación como Robert de Niro juegan a las apuestas con el tema de la vacuna, “le doy US$100.000 a quien me pueda probar que las vacunas son seguras”. El propio Jim Carrey las compara con veneno, por, supuestamente, contener toxinas.
Pero en Hollywood también hay gente de fe, como el propio ‘Terminator’: el actor austríaco y exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger, quien al recibir el primer pinchazo contra el covid, tuiteó: “Hoy ha sido un buen día. Nunca he sido tan feliz esperando en la fila. Si eres elegible, acompáñame y apúntate para vacunarte. Ven conmigo si quieres vivir”, como quien dice, “sino te la aplicas. hasta la vista, baby”. El productor musical Emilio Estefan hizo parte el año pasado de las decenas de miles de personas mayores de 65 años que comenzaron a inmunizarse contra el coronavirus en Florida, EEUU, y aseguró que “la gente necesita saber que no podemos arriesgarnos”.
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Y si por allá llueve, en Cali no escampa. Para el Doctor Negrete, como se denomina en Instagram este médico e influencer, lidiar con pacientes antivacunas es algo ya cotidiano. Nos cuenta sus diálogos más frecuentes:
- Doctor, pero es que esa vacuna genera efectos secundarios graves. - No es cierto. Se puede presentar fatiga, dolor de cabeza y fiebre, que puede durar uno o dos días, pero nada que no se cure con un acetaminofén.
- Pero yo he oído que hay gente que se le paraliza la cara...
- La parálisis de Bell (relacionada con el nervio facial) sólo le dio a 4 de 18.801 pacientes que se la aplicaron y no hay suficiente evidencia para atribuirle esto a la vacuna, pudo haber sido por cualquier otra causa.
- Yo he escuchado que hay gente que queda como muerta al vacunarse...
- Únicamente dos personas presentaron episodios anafilácticos (sensación de muerte inminente).
- ¿Y esa señora que se aplicó la vacuna de Pzifer y le dieron ampollas en los pies?
- El laboratorio demostró que a esa voluntaria de Pzifer, se le dio el placebo, no la vacuna real.
- Pero yo no tengo plata para comprarme esa vacuna, con esta crisis...
- Es gratis en Colombia. No se vaya a poner a comprarla en cantidades para luego revenderla como si fueran boletas de un concierto o el Play Station 5.
- Pero pa’ qué me aplico eso, si a mí ya me dio covid... -Para reforzar el sistema inmunitario, con la información que la vacuna le está dando.
- ¿No le parece sospechoso que hayan aprobado tan rápido esa vacuna en Estados Unidos? - Ese fue el tercer país en aprobar la vacuna, primero se aprobó en Reino Unido y en Canadá.
- ¿No será que los efectos adversos vienen después? - El 83 % de los efectos adversos de las vacunas se presentan los primeros dos meses, y han pasado cuatro, tenemos un 83 % de probabilidades de que no los haya.
- Esa vacuna dizque tiene veneno... - El único ingrediente con toxicidad es el formaldehído, pero está en una dosis tan baja y no genera riesgo, en una fruta hay más de este que en la vacuna.
- ¿Y si esa vacuna me deja impotente, doctor? - Eso lo dicen porque hay una proteína en la placenta que se parece a la que se genera con la vacuna, pero no tiene nada que ver.
- Yo sufro diabetes y soy hipertensa...
- Es la primera que debe ponérsela, por estar en la población de riesgo.
- Entonces mejor me vacuno y puedo dejar de usar ese tapabocas tan cansón.
-Así nos vacunemos, debemos seguir usando el tapabocas por responsabilidad social, hasta que el 70 % de la población esté vacunada.
6 y 8
meses es el periodo de inmunidad que da la vacuna, aunque aún no está demostrado.
Otras creencias
La vacuna no se saltó ningún paso, como se cree. Las que se están poniendo en el mundo cumplieron con tres fases obligatorias, la de ensayo, que se prueba en un grupo pequeño de gente, se determinan las dosis necesarias, luego de probarlas en laboratorio y con animales.
Una segunda fase, en la que se aumenta la cantidad de voluntarios a cientos y se evalúa la respuesta de inmunidad.
Y una tercera que se le aplica a miles de voluntarios en muchos países para estar seguros de que no genera efectos graves.
Los menores de 16 años no están incluidos en el plan de vacunación, son los menos afectados y propensos a contagiar. En embarazo no se aconseja.
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3. A paso de tortuga
Parecía obra del Divino Niño que el 15 de febrero de este año llegaran las primeras 50 mil dosis de la vacuna contra el coronavirus a Colombia, suficientes para inmunizar a 25 mil personas que trabajan en el sector de la salud y están en la primera línea de atención. En total, en el país, se han recibido 509.382 vacunas y se han aplicado 206.475 dosis, según el Ministerio de Salud. Pero aún hay que encomendarse al santo de su devoción, para que el proceso no siga tan lento.
Porque todo hay que decirlo y como siempre, Colombia llegó tarde a la negociación y compra de vacunas directa, según periodistas como María Jimena Duzán, “solo hizo acuerdos para recibir la vacuna de Covax, mientras Chile, Argentina y México le apostaron a Covax y a la negociación directa con las farmacéuticas antes de que tuvieran la vacuna. Eso hizo que estuvieran en primera línea para la entrega de estas cuando estuvieran listas y certificadas por la FDA (Administración de Medicamentos y Alimentos) de EEUU.”.
Aún así los países que llegaron primero también están en problemas para conseguir la suma de dosis que compraron, Italia, por ejemplo, ya demandó a Pfizer por incumplimiento de entrega de vacunas, así que no hay mucha esperanza que cumplan con el total de la dosis que Colombia compró, ya que estamos “de últimos en la cola”.
El único país que pronto podría cantar victoria, porque poco le falta por alcanzar la anhelada “inmunidad de rebaño” es Israel, que hasta febrero se posicionaba como el país con mayor cobertura de vacunación contra el coronavirus, con más de 91 dosis administradas por cada 100 habitantes. Le seguían Emiratos Árabes Unidos y el Reino Unido con 59,1 y 28,6 dosis. España contaba con 7,4 dosis por cada 100 personas.
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Israel se da el lujo de disponer de más vacunas de las que puede inocular. Desde el inicio de la campaña, el 20 de diciembre, 3,67 millones de israelíes han recibido ya la primera dosis de BioNTech/Pfizer, cerca del 40 % de la población. Y más del 28 %, la segunda. En el rango de los mayores de 60 años se ha vacunado a más del 80 %. Y ya se pueden vacunar los mayores de 16. Y contra toda teoría conspiranoide, la campaña de vacunación israelí ha sido un éxito: las cifras de contagio bajaron, en especial en mayores de 60, según el Instituto Weizmann. En ese grupo, tras la segunda dosis, se registraron un 56 % menos de contagios, un 42 % menos de hospitalizaciones y un 35 % menos de muertes por el virus.
“¡Chilele!”, vitorean los chilenos que han sido vacunados a mayor velocidad que todos los países de América Latina y de la Unión Europea. Empezaron el 24 de diciembre pasado y hasta el 1 de marzo de 2021 ya se habían vacunado 3.823.200 personas, según el Ministerio de Salud, el 20% de la población en un país con casi 19 millones de habitantes; la meta es tener vacunado al 80% en el primer semestre del año.
En cambio, la Unión Europea (UE) ha sido criticada por la lentitud de su campaña de vacunación. Según cifras de Our World in Data, al 26 de febrero el bloque había administrado solo 6,8 dosis de vacunas por cada 100 personas. En Reino Unido, 29 dosis por cada 100 personas y en EEUU., 20,6. Esto, pese a que la Unión Europea cerró acuerdos en 2020 con seis fabricantes: BioNTech/Pfizer, Moderna, AstraZeneca, CureVac, Johnson & Johnson y Sanofi-GSK, asegurando más de 2000 millones de dosis, suficientes para 450 millones de habitantes de 27 países miembros.
Ya hay quejas por el acaparamiento de las vacunas. El Secretario General de las Naciones Unidas denunció que “más de 130 países no han recibido una dosis y que el 75 % de las inmunizaciones aplicadas se ha concentrado en tan sólo diez naciones, todas desarrolladas”. Así que parece más probable que se demuestre primero que hay vida en Marte, a que en Colombia alcancemos inmunidad de rebaño. Según The Economist, se espera que “la mayoría de población adulta de los países desarrollados estaría vacunada a mediados de 2022”, pero en naciones de ingresos medios, como Colombia, esto podría alargarse hasta inicios de 2023.
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En cifras
$3 billones
cuesta la vacuna en Colombia ($60.000 por cada persona).
1 en 11 millones
de vacunados contra el covid-19 tienen la probabilidad de sufrir anafilaxia (reacción alérgica muy severa ante algún compuesto de la vacuna).
11
personas han tenido reacciones alérgicas severas por cada millón de vacunados. Eso equivale al 0.0011 %. 71 % de esos casos sucedieron en los primeros 15 minutos.
2 a 3 millones
de vidas se salvan al año con las vacunas (gripe, tétanos, difteria, tos ferina, gripe y sarampión). Al mejorar la cobertura mundial, se evitan otras 1,5 millones de muertes.
35 millones
de personas se vacunarán este año en Colombia.
12
mujeres que recibieron la vacuna en las fases de ensayos clínicos quedaron embarazadas. Esto demuestra que no hay riesgo alguno en la fertilidad.