La inmunización es el proceso por el que un individuo se hace resistente a una enfermedad, ya sea por el contacto con ciertos agentes etiológicos o mediante la administración de una vacuna que estimula el sistema inmunitario del cuerpo para protegerlo contra infecciones o enfermedades.
“Durante los primeros meses de vida, los recién nacidos dependen principalmente de los anticuerpos maternos transferidos a través de la placenta en las últimas semanas del embarazo”, mencionó la Dra. María Isabel Uscher, Médica pediatra de la Universidad Javeriana, durante su intervención en el taller educativo realizado por Pfizer, denominado “Prevención de enfermedades respiratorias en madres gestantes”.
Los anticuerpos brindan protección durante aproximadamente 2 meses, luego desaparecen y el bebé comienza a generar los suyos de forma activa. No obstante, entre los 2 y 6 meses de edad, el bebé puede experimentar un período de alta susceptibilidad a infecciones debido a una transitoria hipogammaglobulinemia infantil, mientras su sistema inmunológico completa su maduración.
Quienes adquieren infecciones respiratorias deben tener especial cuidado.
“Los que se complican y se mueren por las infecciones respiratorias en su mayoría son los menores de cinco años, con mucho mayor impacto en los menores de un año y especialmente los menores de seis meses que no han podido ser inmunizados”, recalcó Uscher.
¿Cómo funciona la inmunización materna?
La inmunización materna se da a través de tres vías principales: el paso de anticuerpos transplacentarios, que mediante la vacunación fortalece la protección madre/neonato al transferir anticuerpos específicos generados por la madre durante la vacunación; el fenómeno de microquimerismo, donde las células inmunes maternas viajan al feto a través de la placenta para instruir al sistema inmunológico fetal en desarrollo; y la transferencia de anticuerpos mediante la lactancia, proporcionando anticuerpos a través de la leche materna que recubren la mucosa del bebé, extendiendo así la protección más allá de los primeros meses de vida.
El objetivo de la inmunización materna
Los anticuerpos maternos inducidos por las vacunas aportan una protección pasiva al feto y al recién nacido frente a enfermedades prevenibles, en particular durante el periodo crítico que representa primeros meses de vida, cuando el bebé todavía no dispone de la capacidad de responder a las vacunas.
La inmunización maternal es una estrategia de Salud Pública altamente eficiente para proteger a la madre, el feto y el lactante de determinadas infecciones y son una de las herramientas preventivas más eficaces disponibles hoy en día para reducir también sus complicaciones y secuelas.
“Los anticuerpo que mamá le pasa al bebe van a desaparecer en una forma rápida hasta cuando ya se puede vacunar y se pueda proteger. Las vacunas en el embarazo, cuando hablamos de productos biológicos como las vacunas son muchas, hay unas que son replicatiavas y no replicativas. Las vacunas inactivadas como tosferina, contra el tétano, contra el Covid, son las que se tienen que aplicar durante el embarazo en caso eventual que esa madre no este inmunizada”, comentó la Dra. Laura Mendoza, médico pediatra de la universidad del Norte.
Para el Dr. Jezid Miranda, profesor del Departamento de Obstetricia y Ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cartagena, es importante que la mujer embaraza entienda la importancia de vacunarse.
“Durante el embarazo todo el sistema inmunológico cambia y ella es más susceptible a tener complicaciones en el embarazo como una infección. El beneficio de la vacunación para la madre y su bebe es mucho más pesado que los riesgos que se tienen”, indicó.
Mencionando además que Colombia incluyó la vacunación para embarazadas y lo ubico como grupo prioritario.