Las várices, también conocidas como venas varicosas, son venas hinchadas, dilatadas y torcidas que se pueden ver bajo la superficie de la piel. Por lo general, afectan las venas de las piernas y los pies, aunque también pueden aparecer en otras áreas del cuerpo. Las várices son comunes y pueden variar en apariencia, desde venas pequeñas y apenas visibles hasta venas más grandes y prominentes.
Este fenómeno se produce cuando las válvulas en las venas no funcionan correctamente. Normalmente, estas ayudan a mantener la sangre fluyendo en una sola dirección hacia el corazón. Cuando las válvulas se debilitan o dañan, la sangre puede acumularse en las venas, lo que provoca su hinchazón y dilatación.
Las causas exactas de las várices pueden ser diversas, pero los factores que contribuyen incluyen:
- Genética: tener familiares con várices aumenta el riesgo de desarrollarlas.
- Edad: a medida que se envejece, las paredes de las venas pueden debilitarse, lo que aumenta el riesgo de várices.
- Género: las mujeres son más propensas a desarrollar várices debido a los cambios hormonales que ocurren durante el embarazo, la menstruación y la menopausia.
- Embarazo: el aumento de la presión en las venas pélvicas y las hormonas pueden contribuir a la formación de várices durante el embarazo.
- Obesidad: el exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre las venas y aumentar el riesgo de várices.
- Estilo de vida: la falta de actividad física, estar de pie o sentado durante períodos prolongados y usar ropa ajustada pueden contribuir al desarrollo de várices.
Al ser una situación frecuente, muchas personas recurren a remedios y preparaciones caseras con elementos naturales que gracias a sus propiedades pueden brindar una sensación de alivio ante los dolores, calambres y hasta picazón que producen las várices. Los extractos de plantas pueden ser de utilidad, especialmente el de pino marino.
Esta planta es nativa de la región costera del suroeste de Francia y se ha utilizado en la medicina tradicional durante siglos. El extracto obtenido de las cortezas de los árboles de pino marítimo se conoce también como “Pycnogenol”, que es su nombre comercial.
El producto final se obtiene a través de un proceso de extracción que implica la recolección y procesamiento de las cortezas de los árboles. Las propiedades beneficiosas de este extracto se atribuyen a su contenido de compuestos antioxidantes, como los flavonoides y los proantocianidinos oligoméricos (OPC).
Estos compuestos antioxidantes tienen la capacidad de neutralizar los radicales libres y reducir el estrés oxidativo en el cuerpo.
En cuanto a su relación con el alivio de las várices, el extracto de pino marino se ha estudiado por sus posibles efectos positivos en la salud vascular y circulatoria. Se cree que sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias pueden contribuir a la mejora de la función de las venas y los vasos sanguíneos, lo que podría ser beneficioso para las personas que sufren de várices y otros problemas circulatorios.
Algunos estudios sugieren que el extracto de pino marino podría ayudar a reducir la hinchazón, el dolor y la sensación de pesadez en las piernas asociados con las várices.
Los antioxidantes presentes en el extracto de pino marino pueden ser beneficiosos para la salud de la piel; ayudan a combatir los signos del envejecimiento, mejorar la elasticidad de la piel y protegerla de los daños causados por el sol y otros factores ambientales.
El extracto de pino marino generalmente se toma en forma de suplemento dietético en cápsulas. La dosis recomendada puede variar según la marca y la concentración del suplemento, por lo que es importante seguir las instrucciones del fabricante o consultar a un profesional de la salud para obtener orientación específica.