El Gobierno colombiano está implementando un cambio significativo en los requisitos de ingreso para los ciudadanos venezolanos. Se ha preparado un borrador de resolución que restablecería la obligatoriedad del pasaporte vigente para que los venezolanos ingresen, transiten y permanezcan en Colombia. Esta medida se toma en respuesta a la normalización de los servicios consulares en Venezuela.
El borrador, que está abierto a comentarios, revocaría la Resolución 2231 del 9 de junio de 2021, la cual permitía a los venezolanos ingresar al país con un pasaporte vencido hasta por 10 años, debido a la falta de operatividad de los consulados venezolanos. Esta acción, en cierto modo, intensificaría los requisitos para la permanencia de los venezolanos en Colombia.
Según el Gobierno colombiano, esta medida se puede restablecer de nuevo, dado que las relaciones diplomáticas y consulares entre Bogotá y Caracas se retomaron en agosto de 2022, por lo tanto, ya no existen las “circunstancias especiales” que se remarcaban en la resolución 2231 de 2021.
Es importante señalar que, según un estudio del Observatorio Migratorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, más de 7 millones de venezolanos han emigrado en todo el mundo. De estos, el 39.54% se encuentra en Colombia, con un total de 2.9 millones reportados para octubre de 2022.
Entre diciembre de 2022 y el mismo mes de 2023 salieron de Venezuela 402.354 personas buscando un mejor destino ante la continuidad de la crisis socioeconómica que prevalece en el hermano país. Un crecimiento del 8,3%, llegando a los 7.722.579 venezolanos que conforman la diáspora. Ni la crisis se ha resuelto ni la migración se está devolviendo. Por el contrario, la población venezolana sale cada vez más joven y menos preparada para la travesía migratoria.
Sin embargo, por primera vez la migración se reduce en 0,7 % en Colombia, pasando de los 2.896.748 a los 2.875.743 en el último año, según los datos de Migración Colombia. Una contracción de 21.005 venezolanos, la gran mayoría de ellos, al parecer, se han sumado a la ruta por el Darién en dirección a los Estados Unidos, ante el fracaso de su proceso de integración en nuestro país.
Colombia y Venezuela buscan consolidar sus relaciones sin darle la espalda a la migración
En un reporte especial para El País, Ronal Rodríguez, hace una revisión de las cifras y sobre todo de la migración que continúa llegando al país. Rodríguez es vocero e investigador del Observatorio de Venezuela de la Facultad de Estudios Internacionales, Políticos y Urbanos de la Universidad del Rosario y coordinador del Radar Colombia Venezuela y de la Bitácora Migratoria, en alianza con la Fundación Konrad Adenauer.
Colombia, a diferencia de otros países, no le puede dar la espalda a la integración migratoria de la población venezolana, sobre todo cuando ya representa el 27,6 % de la población de Cúcuta, el 10,8 % de Barranquilla, el 9,1% de Medellín, el 7,6 % de Bogotá y el 5,8 % de Cali.
En 2023 solo se logró conseguir la tercera parte de los recursos internacionales que se requerían en la región para la respuesta a la migración venezolana; en 2024, según las primeras estimaciones, se contará solo con la quinta parte de los recursos necesarios, ante el surgimiento de nuevas crisis migratorias en oriente próximo.
Así mismo, es necesario reconstruir la infraestructura institucional para el abordaje de la migración venezolana. Después de un año y medio aún no se logra consolidar una institucionalidad a nivel nacional para la dirección y coordinación de los temas migratorios en el país. Desde el cierre de la llamada Gerencia de Frontera, no se tiene un responsable de la gobernanza migratoria a nivel nacional y prácticamente se perdieron las instancias de coordinación que existían con las regiones y los municipios para el abordaje del tema.