Miles de personas en todo el mundo persiguen el sueño de radicarse en Estados Unidos. Para quienes buscan migrar, es clave conocer cuáles son los diferentes estatus de permanencia en el país como la residencia y la ciudadanía. Hay que decir que ambos estatus comparten similitudes, pero existen varias diferencias.
En primer lugar, en Estados Unidos hay dos tipos de residentes: los residentes no inmigrantes y los residentes permanentes. Se denominan no inmigrantes aquellos extranjeros que ingresan temporalmente a Estados Unidos con una visa para algún objetivo específico, como estudiar, trabajar por un periodo de tiempo, hacer turismo o visitar a la familia.
Mientras que los residentes permanentes son los extranjeros que pueden residir y trabajar legalmente en Estados Unidos de forma indefinida. Estas personas tienen este permiso gracias a la ‘green card’ o tarjeta verde.
Aunque estos residentes pueden permanecer en el país, no tienen los mismos beneficios y libertades que los ciudadanos, es decir, quienes han nacido en el país o han obtenido la ciudadanía por naturalización.
¿Qué beneficios tiene un residente?
Los residentes permanentes pueden vivir y trabajar en el país de forma permanente, así como solicitar el permiso de residencia para familiares como el cónyuge o hijos solteros menores de 21 años.
Aun así, no están exentos de ser deportados, en caso de incurrir en actividades delictivas relacionadas con falsificación de documentos, terrorismo, espionaje o cualquier otra actividad que ponga en peligro el país.
Aunque tienen la libertad para salir del territorio estadounidense, hay ciertos límites de tiempo, pues si una persona no regresa por más de un año corre el riesgo de perder la residencia.
Los residentes tampoco tienen derechos democráticos, pues no están autorizados para votar en las elecciones presidenciales o en las elecciones legislativas, ni pueden concursar por un cargo público.
¿Cuáles son los beneficios de la ciudadanía estadounidense?
A diferencia de los residentes, los ciudadanos estadounidenses sí pueden salir e ingresar a Estados Unidos de forma ilimitada y sin preocuparse por el tiempo de su estadía. También tienen derecho solicitar la residencia permanente de su cónyuge, padres e hijos solteros menores de 21 años.
Y sí pueden ejercer el derecho al voto en todas las justas democráticas estipuladas en la ley, así como postularse para ejercer cargos públicos.
De acuerdo con el portal oficial del Gobierno de ese país, para solicitar la naturalización como ciudadano estadounidense, debe cumplir varios requisitos:
- Tener al menos 18 años de edad.
- Ser capaz de leer, escribir y comunicarse oralmente en inglés básico (este requisito depende de su edad).
- Ser una persona de buena conducta moral.
Además, debe estar en algunas de las siguientes categorías:
- Demostrar que es residente permanente legal de Estados Unidos (tener una tarjeta verde) por al menos cinco años.
- Estar casado/a con un ciudadano estadounidense.
- Servir o haber servido en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.
- Ser hijo/a de un ciudadano estadounidense.