En el siglo XIX, un país sudamericano emergió con una capacidad naval que sorprendió al mundo y desafió la hegemonía de Estados Unidos. Este episodio histórico, a menudo pasado por alto, destaca la influencia y el poder que Chile alcanzó en el escenario global a través de su avanzada tecnología y habilidades militares. A continuación, se examina cómo éste país compitió con Estados Unidos, las reacciones de este último y las implicaciones de este enfrentamiento naval.

La orden presidencial y el despliegue en Panamá

Durante la presidencia de Domingo Santa María, Chile mostró su determinación de proteger sus intereses nacionales y contrarrestar la influencia estadounidense en América Latina. En 1885, el comandante Juan López Lermanda recibió instrucciones claras de desplegar la corbeta Esmeralda en Panamá, en medio de una revuelta separatista. Este despliegue fue una demostración de fuerza que buscaba evitar que Estados Unidos aprovechara la inestabilidad regional para fortalecer su hegemonía.

En un episodio histórico poco conocido, una nación latinoamericana logró competir con Estados Unidos como principal poder naval en América Latina, transformando el escenario geopolítico de la región. | Foto: ©Walter Bibikow

La llegada de la Esmeralda a Panamá no pasó desapercibida. La presencia del buque chileno sorprendió a las tripulaciones francesas y estadounidenses en la región, quienes quedaron impresionadas por las avanzadas capacidades de la corbeta. Este incidente subrayó la amenaza que Chile representaba para otras potencias y marcó un capítulo crucial en la rivalidad naval entre Chile y Estados Unidos.

Chile y la modernización naval de Estados Unidos

La demostración de poder naval por parte de Chile en Panamá fue un catalizador para que Estados Unidos reconsiderara su estrategia naval en el Pacífico. La inesperada presencia de la Esmeralda destacó la necesidad de modernizar la flota estadounidense y asegurar su dominio en la región. Como respuesta directa a la amenaza chilena, Estados Unidos encargó la construcción de nuevos buques, incluido el crucero Baltimore, lanzado en 1888.

La orden del presidente Domingo Santa María de desplegar un buque en Panamá subrayó la determinación de este país para contrarrestar la influencia estadounidense en la región. | Foto: GettyImages

Este esfuerzo de modernización fue parte de una estrategia más amplia para consolidar la hegemonía estadounidense en el Pacífico y contrarrestar el creciente poder naval de Chile. La rivalidad entre ambas naciones llevó a un aumento en la inversión y desarrollo de capacidades navales por parte de Estados Unidos, lo que eventualmente resultó en una flota más moderna y poderosa.

El incidente del USS Baltimore y el declive de la supremacía chilena

El incidente más significativo que marcó el declive del poder naval chileno ocurrió en 1891 en Valparaíso. Durante un altercado, dos marinos estadounidenses del USS Baltimore perdieron la vida, lo que aumentó las tensiones entre Chile y Estados Unidos. La posibilidad de una guerra con Estados Unidos llevó a Chile a reconsiderar su posición y a ceder ante las demandas estadounidenses. Este incidente evidenció los límites del poder naval chileno frente a una potencia emergente como Estados Unidos.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.