En el vasto campo de la cosmología, donde las teorías sobre el origen y la naturaleza del universo abundan, una nueva propuesta ha surgido para desafiar nuestra comprensión de la realidad. El reconocido astrónomo estadounidense-israelí de Harvard, Abraham Loeb, ha planteado una hipótesis que parece sacada de la ciencia ficción: nuestro universo podría ser el resultado de un proyecto de química a escala cósmica.
Un nuevo giro en la cosmología
Abraham Loeb, astrónomo de la Universidad de Harvard, ha presentado una teoría que desafía la percepción convencional del cosmos. Según Loeb, el universo que se conoce podría ser el resultado de un “proyecto químico” llevado a cabo por una civilización tecnológicamente avanzada. Esta propuesta se basa en la premisa de que el universo podría haber sido creado de la nada por una entidad con tecnología cuántica extremadamente avanzada.
Loeb, conocido por sus teorías provocativas, ya había captado la atención anteriormente con su libro Extraterrestre: El primer signo de vida inteligente más allá de la Tierra, en el que sugirió que ‘Oumuamua, el primer objeto interestelar detectado en el sistema solar, podría ser una sonda artificial de origen extraterrestre. Su última teoría lleva la especulación a un nuevo nivel.
La teoría del “universo proyecto”
La teoría de Loeb se fundamenta en la idea de que una civilización avanzada podría haber utilizado tecnología cuántica para crear el universo. Según Loeb, la geometría plana y la energía neta cero del universo sugieren que una entidad con capacidades superiores podría haber generado nuestro universo “bebé” a través de un túnel cuántico.
Este concepto se apoya en la ‘teoría de cuerdas’ del multiverso, que postula la existencia de infinitos universos coexistentes. En este marco, el universo conocido podría ser solo uno de muchos experimentos realizados por seres con un dominio de las leyes físicas que está mucho más allá de la comprensión actual.
Loeb descarta el razonamiento antrópico, que sostiene que el universo está diseñado específicamente para permitir la existencia humana. En lugar de eso, sugiere que el universo podría haber sido creado de manera más neutral, como un experimento o un laboratorio de alta tecnología para una civilización que manipula las leyes físicas de manera similar a como un científico manipula los componentes de un experimento químico.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.