La historia de España, está marcada por una profunda emigración y diversidad cultural, influenciada por los pueblos que habitaron la península a lo largo de los siglos. Entre ellos, los judíos sefardíes marcaron la historia del país, ya que, dejaron un legado significativo, que perdura en la arquitectura, la lengua y especialmente en los apellidos que muchas personas llevan hoy.
Más de 5.000 apellidos en España podrían tener un origen sefardí, un testimonio de la influencia judía en la historia del país. Puesto que, durante la Edad Media, las comunidades judías se desarrollaron en ciudades como Toledo, Córdoba y Granada.
Sin embargo, en esa época, conocida como la Edad de Oro y el avance de la Reconquista y la creciente influencia de la Iglesia Católica, las tensiones religiosas aumentaron, culminando en la expulsión de los judíos en 1492, bajo el Edicto de Granada.
Pese a su expulsión, muchos judíos permanecieron en España, y se bautizaron a la religión católica, adoptaron apellidos cristianos.
A continuación el listado de apellidos que provienen de judío sefardíes:
A: Abraham, Acevedo, Acosta, Aguado, Aguilar, Alba, Aldana, Alegre, Alfaro, Alonso, Álvarez.
B: Báez, Barral, Barrios, Bravo, Bueno, Benítez, Bernal.
C: Cabrera, Calvo, Camacho, Carrillo, Castellanos.
D: Delgado, Diego, Díaz, Domínguez, Duarte, Durán.
E: Enríquez, Espejo, Esteban, Espinosa.
F: Fernández, Ferrer, Flores, Fuentes, Figueroa.
G: Gálvez, García, Gómez, González, Gutiérrez, Granado.
H: Henríquez, Hernández, Herrera, Hurtado.
I: Ibáñez, Israel, Izquierdo.
J: Jiménez, Juárez.
L: Lázaro, León, López, Lorenzo.
M: Martínez, Márquez, Marcos, Moreno, Muñoz.
N: Navarro, Núñez, Nieto.
O: Ocampo, Olivares, Ortega, Ortiz.
P: Pacheco, Pérez, Parra, Pardo.
R: Ramírez, Ramos, Rivas, Ruiz, Romero.
S: Salas, Sánchez, Serrano, Silva.
T: Toledo, Torres.
V: Vargas, Vázquez, Vega, Vera.
Z: Zalazar, Zaragoza, Zúñiga.
Estos apellidos siguen siendo un testimonio vivo de su legado, y algunos pueden rastrear su linaje hasta sus antepasados judíos. Esta historia no solo forma parte de la memoria histórica de España, sino que también resalta la riqueza de su patrimonio cultural, que se expresa a través de los apellidos que muchas familias españolas conservan hoy en día.