Pasados 28 días se dio por terminada, de manera exitosa, la prueba de la pastilla anticonceptiva masculina.
Durante ese tiempo un grupo de cuarenta hombres sanos tomaron diariamente las píldoras, sin presentar efectos secundarios graves o disminución en la actividad sexual.

‘11-beta-MNTDC’, es el nombre que le pusieron los investigadores. Se trata de una testosterona modificada que tiene las acciones combinadas de una hormona masculina (andrógeno) y una progesterona, que según Christian Wang, investigador principal, “disminuirá la producción de esperma al tiempo que preserva la libido”.

Diez de los hombres recibieron cápsulas de placebo, mientras los otros treinta se dividieron entre un grupo que recibió una dosis de 200 miligramos y otro una dosis de 400 miligramos, en un estudio realizado en Washington.

Un panorama más equitativo

Desde 1951 las mujeres han sido las encargadas de prevenir los embarazos, por medio de métodos anticonceptivos, distintos a los condones, como lo son las pastas, las inyecciones, las pilas o los intrauterinos.

Para el terapeuta de pareja y sexólogo Luis Alberto Montejo, la posibilidad de una píldora anticonceptiva masculina es positiva. Según él, “cada día hay más hombres que asumen un rol más equitativo y participativo en sus relaciones de pareja”, incluido el “control de la natalidad, con métodos aún más extremos como lo es la vasectomía”.

No obstante, el psicólogo Diego Villegas considera que “en principio habrá una resistencia importante para asumir un método anticonceptivo por parte de los hombres colombianos. Seguimos siendo una cultura predominantemente machista, en la cual se suele delegar la anticoncepción a la mujer, en muchos casos sin que el hombre ni se interese en conocer el método que usa su pareja”.

Además de eso, se hace una pregunta: “¿Somos capaces los hombres de asumir los posibles efectos como disfunción eréctil o disminución del apetito sexual, aunque sean leves y reversibles, con la misma normalidad con que ellas lo hacen?”.

Aunque no se presentaron efectos secundarios graves, algunos de los testeadores sufrieron de fatiga, acné o dolor de cabeza y hubo cinco casos en los que los participantes comunicaron una disminución moderada en su apetito sexual y otros dos manifestaron una disfunción eréctil leve.

Sin embargo, hay que recalcar que, a pesar de esto, no se presentó ninguna reducción en la actividad sexual y que los efectos de la píldora fueron completamente reversibles, una vez se suspendió el tratamiento.

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Autonomía en control de la natalidad

Algo en lo que estuvieron de acuerdo el sexólogo Montejo y el psicólogo Villegas, es que los hombres podrían llegar a tener una mayor autonomía sobre su deseo de tener hijos, porque ya no dependerán del anticonceptivo de su pareja o de que ella lo esté tomando.

“Pienso que empodera más al hombre para el ejercicio de sus derechos sexuales y reproductivos y le ofrece una alternativa diferente a la vasectomía, que le permite decidir más activamente sobre su cuerpo de manera no permanente”, dice Villegas.

Para Karol Villalba, estudiante de la Universidad Autónoma y directora del grupo estudiantil de equidad de género, ‘Equité’, “el acceso a los derechos reproductivos implica autonomía para cualquier persona. Así como las mujeres utilizan anticonceptivos, están tomando una decisión con su maternidad; cuando un hombre planifica también entra a tener más autonomía sobre su propio cuerpo y sobre la responsabilidad de tener hijos o no”.

Diferente piensa Christian Ramírez, productor audiovisual, quien considera: “No creo que una pastilla tenga que ver” con la autonomía para tener hijos. Para él “el camino al diálogo” es lo más efectivo en una relación.

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¿Mayor libertinaje?

Si los hombres quedan exentos de la posibilidad de embarazar a una o más mujeres al tomar las píldoras anticonceptivas, hay quienes creen que aumentaría su libertinaje.

Para Montejo, esto es falso, porque “lo que se llama libertinaje no suele estar relacionado con métodos anticonceptivos, sino más bien con inestabilidad emocional, impulsividad a la hora de tener las relaciones y no medir las consecuencias de dicho acto”.

En opinión del psicólogo Villegas, “es una barrera muy grande asociar el uso de métodos anticonceptivos, sea en hombres o en mujeres, a conductas sexuales de riesgo. Promover la planificación familiar y facilitar el acceso a métodos anticonceptivos no es promover el ‘libertinaje’; por el contrario, es necesaria para el ejercicio sano y responsable de nuestra sexualidad”.

Julián Olarte, estudiante universitario, lo atribuye a una cuestión de educación sexual. “Creo que los casos de enfermedades sexuales aumentarían, debido a que los hombres usan el condón por miedo a embarazar a una mujer que no planifica. Si saben que no habrá riesgo de embarazo aunque no usen el condón, decidirán no usarlo y eso va a aumentar los casos de infecciones de transmisión sexual. La falta de educación sexual puede llevar a estos finales”, concluye Olarte.

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Testimonios

Mario García
"La pasta sería algo benéfico y a la vez perjudicial. Creo la promiscuidad aumentaría. Si hoy en día es un tema difícil de llevar, no me los imagino con bajas probabilidades de embarazo y cinco cervezas encima".

Maira Alejandra Toro
"Por medio de la pasta anticonceptiva los hombres podrán decidir en pareja el momento indicado para tener hijos, con mutuo acuerdo y no, como en algunos casos sucede, que la mujer deja de tomar las pastas para quedar embarazada".

William David Arango
"Creo que la pastilla anticonceptiva dará más garantías de no tener embarazos no deseados, pero sigo creyendo que es importante el uso del condón, porque ayuda a prevenir enfermedades venéreas. La pasta sería un complementario, más no un sustituto".

Maura Tenorio
"A nosotras nunca nos preguntaron si nos dolía la cabeza o nos daban mareos, igual nos la teníamos que tomar porque era la única opción de evitar los embarazos".

Camilo Serrano
"Los hombres en general no estarían dispuestos a usar una pasta anticonceptiva, sabiendo que tiene efectos secundarios. Ellos están acostumbrados a que la mujer se encargue. Pero creo que los hombres también deberían tomarla, porque es equidad en la relación".

Los anticonceptivos femeninos pueden causar náuseas, calambres menstruales, acné, cambios de humor, dolor de cabeza, aumento de peso y son comercializados.