El sexo es limitado, pero el erotismo es infinito”, asegura el sexólogo argentino Ezequiel López Peralta. Es así como la capacidad de sentir, vivir, expresar y compartir sensaciones corporales, afecto y ternura, poco tiene que ver, en principio, con la edad.
Por eso es vital para toda persona, la dimensión sexual, porque esta trasciende lo individual y es una proyección de las relaciones que se tengan con los demás.
El ser humano es ante todo un ser social, independientemente de la sociedad en la que viva. Y es natural una tendencia a iniciar y mantener interacciones íntimas con los demás, dependiendo claro está, de diferentes variables como la edad, sexo, afinidades, entre otros.
Según José Luis García, psicólogo clínico y especialista en Sexología, en su publicación en el portal web Psico Network: “Disfrutar de la afectividad y de la sexualidad es para toda la vida y, si hay condiciones adecuadas, puede ser un elemento que enriquezca positivamente la calidad de esta y las relaciones de las personas mayores”.
Estimulación necesaria
En el aspecto sexual, la mujer ha logrado su orgasmo gracias a los conocimientos de sus zonas erógenas y las técnicas de estimulación y autoestimulación, que pueden ser compartidas con sus parejas jóvenes o adultas, nuevas o anteriores. Además de la sustitución hormonal y los geles lubricantes, la mujer madura debe conservar, recuperar o desarrollar su poder de seducción como una cualidad social más. Los varones pasaron de los 'brebajes del amor' y el rejuvenecimiento, a las prótesis peneanas cada vez más sofisticadas y aún vigentes para algunos casos de disfunción eréctil irreversible, como la pastilla azul.
Sexo sentido
En edad avanzada o madura, la actividad sexual no decrece ni se desactiva. Los adultos mayores, estimulados por los mensajes mediáticos y la aparición de medicamentos que apoyan el rendimiento sexual, disfrutan sin tapujos de esta faceta.
Aunque a veces desciende la libido, esto puede conducir a “un sexo más sentido o intenso”, apunta la sexóloga Elda Bartolucci. En ese momento de la vida, en la que desaparece el riesgo de embarazos no deseados y la intimidad en la pareja es mayor porque los hijos ya no están en casa, surge una sexualidad más libre.
“Pasada la etapa reproductiva, se incrementa el deseo porque la pareja puede dedicarse más a dar y recibir placer, recíprocamente”, describe la experta.
Consejos de pareja
Hable con su pareja. Aunque sea difícil conversar de sexo, compartir sus necesidades, deseos y preocupaciones puede ayudarle a disfrutar más del sexo y la intimidad.
Un terapeuta puede ayudarle a usted y a su pareja con problemas específicos.
Las relaciones sexuales son solo una forma de tener una vida sexual satisfactoria. Tocar, besar y sostener otros contactos íntimos, es gratificante en pareja.
Busque nuevas formas de lograr conexión. Si le es complejo tener intimidad física, busque con su pareja nuevas maneras de divertirse juntos, esto puede mejorar el estado de ánimo e incluso la líbido.
Una pareja para gozar
La recomendación que hace José Luis García, psicólogo clínico y especialista en sexología, es que hay que tener en cuenta, para mantener una sexualidad activa, el tipo y la calidad de la relación sexual previa, la salud o la existencia de una pareja accesible, debido a que son determinantes para continuar activos en esta faceta. La sexualidad adopta formas distintas y se expresa de modo diferente.
Pasión en los detalles
Mantener una percepción positiva del cuerpo y de la pareja, puede mantener relaciones sexuales y afectivas más satisfactorias. Disfrutar del sexo y del afecto en la vejez, no tiene por qué estar relacionado necesariamente con el número de coitos o con mantener un nivel determinado de erección o de lubricación vaginal. Esto se puede acompañar con una comunicación sensual, la ternura, el afecto, las caricias, los juegos sin prisas, el contacto corporal, una mayor intimidad en los sentimientos y emociones y la masturbación mutua son elementos claves para lograr una nueva manera de acercarse al sexo en la vejez. Finalmente y no menos importante, el sentido del humor alivia el estrés y garantiza mejores relaciones de pareja.