Como ya es tendencia, ChatGPT, el popular chatbot de Inteligencia Artificial creado por OpenAI, se ha vuelto una especie de oráculo virtual al que muchos consultan no solo sobre temas puntuales de información, sino que le piden hacer pronósticos y proyecciones de lo que podría suceder en el futuro.
Una de las consultas más recientes que respondió ChatGPT fue sobre “¿cómo será la humanidad en 1.000 años”. A lo que respondió con unos panoramas bastante optimistas, aunque con salvedades.
En primer lugar describió que la tecnología llegará a avances que hoy nadie imaginaría: “Desde la inteligencia artificial totalmente autónoma hasta la integración de seres humanos con máquinas a través de interfaces cerebrales avanzadas. Esto podría extender las capacidades humanas, como la memoria, el aprendizaje, y hasta la longevidad, desdibujando los límites entre lo que es ‘natural’ y lo que es ‘artificial’”.
Pero aclara que, “este desarrollo tecnológico también plantea serios dilemas éticos y sociales. El riesgo de que haya una brecha insalvable entre quienes pueden acceder a esta tecnología y quienes no es significativo, lo que podría exacerbar desigualdades sociales y generar nuevos conflictos”.
También menciona que “el desarrollo de una inteligencia artificial superinteligente es una posibilidad real en los próximos mil años. Si bien esto podría resolver muchos de los problemas que hoy enfrentamos, también plantea la cuestión de si la humanidad será capaz de controlar o coexistir con estas formas de inteligencia. ¿Serán los humanos los principales agentes de su propio destino, o dependeremos de las máquinas para tomar decisiones críticas?”, se pregunta ChatGPT.
“En el peor de los casos, podríamos perder el control, pero en el mejor, podríamos trabajar junto con estas inteligencias para el bien común”, responde.
Así mismo, concibe que en un milenio, la humanidad podría ya haber colonizado otros planetas: “Podría ser una especie interplanetaria tecnológicamente avanzada, capaz de manipular su entorno y su biología, pero enfrentada a desafíos sociales, éticos y ambientales de gran envergadura. La clave estará en cómo manejamos estos dilemas y en si somos capaces de encontrar un equilibrio entre el progreso y el bienestar humano”.
En el peor de los escenarios, según el generador de texto de OpenAI: “Si no logramos mitigar el cambio climático y reducir nuestra dependencia de los recursos no renovables, podríamos ver un planeta colapsado. Esto incluiría fenómenos extremos como la desertificación masiva, el aumento de los niveles del mar, la pérdida de ecosistemas clave como los bosques tropicales y los arrecifes de coral, y la escasez de agua potable”.
Como si se tratara de la película Interestelar, donde tienen la mejor tecnología, pero no hay comida en el planeta Tierra, ChatGPT advierte: “Los avances tecnológicos podrían ayudarnos a adaptarnos a algunos de estos problemas (por ejemplo, tecnologías de agricultura vertical o ingeniería climática), pero si no atacamos las causas subyacentes, solo estaríamos posponiendo lo inevitable”.