El avance de la tecnología ha permitido que diferentes artefactos puedan alcanzar su máximo potencial y ser de gran utilidad para las personas. Un desarrollo que despertó la atención del mundo fue la construcción de una memoria USB indestructible con altos niveles de seguridad en Alemania.
De acuerdo con los fabricantes del Blaustahl Storage Device, este dispositivo fue concebido con la premisa de conservar los archivos almacenados en ella durante un período de tiempo superior a los 200 años, superando grandes temperaturas y demás situaciones climatológicas que puedan ir en contra de su funcionamiento.
Una de las características de esta memoria USB es la utilización de componentes conocidos como Ferroelectric RAM, lo que permite conservar la información intacta por un lapso de tiempo bastante prolongado. Esta tecnología emplea una serie de componentes capaces de contener los datos sin ningún tipo de contratiempo.
No obstante, el Blaustahl Storage Device posee una limitante y es el reducido espacio de almacenamiento. En este caso su capacidad es de apenas ocho kilobytes, los cuales serían insuficientes para guardar una fotografía convencional tomada por un teléfono celular como un Android.
El declive de las memorias USB
Si bien durante la primera década del 2000 se popularizó el uso de dispositivos como las memorias USB para el almacenamiento de la información, dicha práctica quedó en detrimento, frente a la masificación de la nube como una herramienta para guardar datos como imágenes, textos y videos en internet, sin necesidad de ubicarlos en un espacio físico.
De acuerdo con los desarrolladores de esta tecnología, la nube se ha popularizado gracias a su amplio espacio de almacenamiento, además de la disponibilidad desde cualquier parte del mundo, utilizando una conexión a internet. Algunas compañías han optado por ofrecer a sus usuarios planes gratuitos y de pago para acceder a estos servicios.