Con el avance de la era digital actual, cada vez son más los dispositivos que se conectan a la red Wi-Fi de los hogares, estos oscilan desde celulares, tablets y computadores, hasta televisores inteligentes y electrodomésticos, por ello la cantidad de aparatos que demandan internet en el hogar aumenta exponencialmente.

Ahora bien, respecto a la duda de cuántos dispositivos conectados pueden estar vinculados al Wi-Fi, es necesario aclarar que esto depende en gran medida de la capacidad del router. Y es que los routers domésticos estándar suelen manejar entre 20 y 50 dispositivos simultáneamente sin problemas.

Sin embargo, los routers más avanzados y de gama alta, especialmente diseñados para entornos de alta demanda, pueden soportar hasta 250 dispositivos.

Los routers domésticos estándar suelen manejar entre 20 y 50 dispositivos simultáneamente sin problemas. | Foto: Getty Images

Cabe mencionar que en la práctica, este número se reduce considerablemente debido a diversos factores, como el ancho de banda y la actividad de los aparatos inteligentes.

Por un lado, si se dispone de un ancho de banda bajo, la experiencia se verá afectada al conectar demasiados dispositivos, incluso si el router lo soporta. De otro lado, se debe tener en cuenta que no todos los dispositivos consumen la misma cantidad de ancho de banda. Por ejemplo, la reproducción de video en streaming o la descarga de archivos grandes requieren mucho más ancho de banda que la navegación web o el uso de redes sociales.

¿Cómo saber si la red Wi-Fi está sobrecargada?

Algunas señales que indican que la red Wi-Fi está sobrecargada son los siguientes:

  • Conexiones lentas o intermitentes: Si experimenta lentitud al navegar por internet, ver videos o jugar online, es posible que la red esté saturada.
Explore el secreto para acceder a redes WiFi mediante códigos QR, haciendo que el proceso sea más fácil de lo que podría pensarse. | Foto: Getty Images
  • Desconexiones frecuentes: Si los dispositivos se desconectan de la red Wi-Fi con frecuencia, puede ser una señal de que la red no puede manejar la cantidad de conexiones.