Dejar conectado el cargador del celular en el enchufe de la energía ya sea porque sea una costumbre o porque se olvidó desconectarlo puede resultar poco sostenible para el bolsillo, pues según los expertos, los cables enchufados pueden representar hasta un 10% del consumo total de energía de un hogar.
Según un informe realizado por el Instituto Nacional de Estadística, INE en el año 2018, dejó en evidencia que dejar conectado a la corriente un cargador enchufado sin móvil consume media 0,0002 kilovatios hora (kWh).
Aunque se comprobó este gasto de energía, no es la única desventaja de dejar el cargador conectado, ya que esto puede también ocasionar graves accidentes como incencios a causa de un corto circuito. Por otro lado, se ha establecido que dejar los cargadores conectados de manera constante sin el celular, puede deteriorarlos, ya que los cables y los componentes internos se someten a estrés innecesario, que reduce la vida útil del cargador o daños futuros.
Pese a que la mayoría de cargadores modernos están diseñados para no sobrecalentarse, dejarlos conectados durante largos períodos de tiempo podría aumentar ligeramente el riesgo de que el dispositivo se caliente más de lo normal.
De acuerdo con el portal especializado en tecnología Xataca Android, “los cargadores de batería incluyen distintos circuitos integrados con una bobina interna de cobre que se encarga de transformar el alto voltaje y amperaje de la toma directa de corriente a los valores mucho más bajos que requiere un móvil (los cargadores también convierten la electricidad alterna en continua). Dicha circuitería no se desconecta por completo cuando quitamos el móvil del cable, ya que una mínima parte de energía sigue circulando por la bobina. Esta es la razón por la que continúan consumiendo electricidad de forma pasiva, en modo fantasma”.
En consecuencia, dadas las características propias de los cargadores, estos gadgets seguirán consumiendo energía mientras continúen conectados a una fuente de poder. Aun así, el valor del gasto resulta mínimo, por lo que en realidad sería casi imperceptible a la hora de pagar el recibo.
De otro lado, esta mala práctica afecta el medio ambiente, ya que la generación de energía contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y al agotamiento de recursos naturales, por lo que cada pequeño esfuerzo para reducir el consumo, puede marcar la diferencia.
¿Qué es el consumo fantasma?
Según el portal FotoCasa Life, el consumo fantasma es aquel que producen algunos dispositivos y electrodomésticos que, a pesar de estar apagados, siguen enchufados a la corriente, por lo que continúan consumiendo energía.
Cuando están apagados pero siguen conectados a la corriente, muchos de estos dispositivos y electrodomésticos se quedan en lo que se conoce como standby; es decir, están en reposo pero no completamente apagados, por lo que siguen consumiendo un pequeño porcentaje de electricidad.
Un buen ejemplo de ello es la televisión, que suele apagarse desde el mando a distancia, pero que mantiene una luz encendida (suele ser roja o blanca), que nos indica que está en reposo pero no completamente desconectada.
Uso correcto de los cargadores
- El cargador debe conectarse para cargar el dispositivo y debe serf desconectado una vez finalice la carga.
- Es importante verificar que todas las partes del cargador (powercube o cabeza, cable, entrada y enchufe) no evidencien daños.
- En el caso del cable, este puede pelarse con el tiempo. De ser el caso, una solución temporal es recubrirlo con cinta aislante, aunque si el daño es demasiado lo mejor es reemplazar todo el cargador.