Un router es un dispositivo que se utiliza para dirigir el tráfico de datos entre diferentes redes informáticas. Su función principal es enviar y recibir datos entre tu red local (la de su hogar o empresa) e internet. En otras palabras, es el “puente” que permite que los dispositivos en tu red, como computadoras, teléfonos y tablets, se conecten a la red global de internet.
En muchos hogares este dispositivo se mantiene conectado día y noche. Existe la creencia de que desconectarlo frecuentemente puede ser perjudicial. Ante esto, hay varios aspectos a considerar:
Ventajas de desconectar el router
Ahorro de energía: Aunque el consumo del router es bajo, apagarlo podría contribuir al ahorro de electricidad.
Seguridad: Apagar el router puede reducir la posibilidad de ataques cibernéticos, ya que su red no estará disponible.
Salud: Algunas personas prefieren apagar el WiFi por la noche debido a preocupaciones sobre la exposición continua a las ondas electromagnéticas, aunque no hay pruebas concluyentes de que estas sean perjudiciales a niveles típicos.
Posibles inconvenientes
Desgaste de componentes: Encender y apagar el router con frecuencia podría reducir ligeramente su vida útil debido al desgaste de los componentes eléctricos, aunque esto es menos probable con equipos modernos.
Actualizaciones y mantenimiento: Muchos routers están configurados para recibir actualizaciones de firmware o realizar tareas de mantenimiento durante la noche. Si apaga el router, podría perder estas actualizaciones o tener problemas con la estabilidad del servicio.
Reconexiones constantes: Algunas conexiones a internet tardan más en restablecerse después de encender el router, lo que puede ser molesto.
En conclusión, si se apaga el router ocasionalmente o solo por la noche, no debería representar un problema importante en términos de desgaste del equipo. Sin embargo, si se prefiere mantener la estabilidad y disponibilidad constante de la red, dejarlo encendido es lo más recomendable.