En la constante carrera tecnológica, donde los dispositivos móviles se convierten rápidamente en reliquias del pasado, Apple ha establecido un nuevo hito en su evolución: la declaración de obsolescencia de ciertos modelos de iPhone. La compañía ha lanzado recientemente una lista de dispositivos que considera obsoletos y en riesgo, marcando así el fin de su soporte técnico y actualizaciones de software. Este anuncio no solo afecta a los propietarios de los modelos afectados, sino que también plantea preguntas sobre la política de obsolescencia programada en la industria tecnológica.
La política de obsolescencia de Apple
La política de obsolescencia de Apple se basa en el período de tiempo transcurrido desde que dejaron de distribuir un producto para la venta. Específicamente, la compañía considera que un dispositivo es “antiguo” cuando han pasado más de cinco años, pero menos de siete, desde su última distribución para la venta. Durante este período, los dispositivos aún pueden recibir servicios de reparación, aunque de manera limitada y sujeta a la disponibilidad de piezas de repuesto.
Esta política tiene como objetivo principal mantener el enfoque de Apple en la innovación y el desarrollo de nuevos productos, alentando a los usuarios a actualizar a modelos más recientes.
El adiós al iPhone 6 Plus
Uno de los dispositivos afectados por esta política es el iPhone 6 Plus, lanzado por Apple en septiembre de 2014. Con una pantalla de 5,5 pulgadas, este dispositivo fue uno de los primeros en incursionar en el segmento de los phablets, combinando las funciones de un teléfono inteligente con las de una tableta en un solo dispositivo.
Su diseño delgado y liviano, junto con su pantalla grande, lo hacían adecuado para tareas como navegar por internet, ver videos y jugar juegos. Además, su cámara de 8 megapíxeles permitía capturar fotos y videos de alta calidad, siendo una herramienta útil para aquellos que disfrutaban documentar su vida cotidiana.
El impacto de la obsolescencia programada
A medida que estos dispositivos envejecen, Apple limita gradualmente el soporte técnico y las actualizaciones de software, fomentando a los usuarios a considerar la actualización a dispositivos más recientes para continuar disfrutando de una experiencia óptima. Sin embargo, esta práctica plantea interrogantes sobre la durabilidad y la sostenibilidad de los productos tecnológicos en un mundo donde la obsolescencia programada es motivo de controversia.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.