Un descubrimiento sorprendente está sacudiendo el mercado mundial: el rodio, un metal precioso y escaso, ha superado diez veces el valor del oro. Este metal, considerado el más caro de la Tierra, se ha convertido en un recurso invaluable tanto para la industria joyera como para la innovación en tecnologías sostenibles.
Durante el año pasado, el valor del rodio alcanzó un pico impresionante de 28.775 dólares por onza troy, superando con creces el precio del oro, que se situó en 1.800 dólares por onza troy. Aunque este aumento fue excepcional, el valor del rodio sigue siendo más del doble que el del oro, lo que lo convierte en un elemento altamente codiciado en el mercado mundial.
El rodio destaca por su brillo y resistencia a la corrosión, lo que lo hace ideal para una amplia gama de aplicaciones industriales y comerciales. Se utiliza en la industria automotriz, donde ayuda a reducir las emisiones de gases contaminantes, así como en la joyería de alta gama, donde realza el brillo de las gemas.
Sin embargo, la extracción de rodio presenta grandes desafíos debido a su escasez y a la falta de minas específicas. Este metal es un subproducto de la minería de otros metales como el platino y el paladio, y su presencia en la corteza terrestre es extremadamente baja, no superando los 0,001 gramos por tonelada de roca.
Los principales yacimientos de rodio se encuentran en Sudáfrica, especialmente en el complejo ígneo de Bushveld, donde se extrae junto con el platino y el paladio. Además, se han identificado yacimientos de menor escala en países como Zimbabue, Estados Unidos, Rusia y Canadá.
Una posible fuente de rodio
Aunque Latinoamérica no es conocida por su producción significativa de rodio, se presume que hay extracciones en lugares donde se extrae platino, como en yacimientos de Colombia y Brasil. Este descubrimiento plantea nuevas oportunidades y desafíos para la región en términos de desarrollo económico y sostenibilidad ambiental.
A mediados de 2022, el Ministerio de Desarrollo Minero de Venezuela emitió un comunicado de prensa informando sobre la presencia de yacimientos de rodio en el estado de Bolívar. A pesa de que este hallazgo, hasta el momento, este metal no forma parte de las reservas del Banco Central del país.
El rodio, un metal precioso y extremadamente valioso, tiene sus orígenes en Latinoamérica. Fue descubierto en 1803 por el químico inglés William Hyde Wollaston, quien lo aisló de una muestra de platino obtenida en la región. El nombre de “rodio” proviene de la palabra griega “rhodon”, que significa rosa, en referencia al color característico de este metal.
Este metal es altamente codiciado debido a sus propiedades únicas. Principalmente, se utiliza en la fabricación de convertidores para vehículos, donde actúa como catalizador para reducir las emisiones de gases contaminantes. Su alta resistencia a la corrosión y a la oxidación lo convierten en un material ideal para recubrimientos protectores en la industria joyera y química.
Además, el rodio es valorado por su alta reflectividad, lo que lo hace útil en la fabricación de espejos, reflectores y recubrimientos de superficies en la industria electrónica. A pesar de su importancia y valor, la extracción de rodio es un proceso complejo y limitado. Se obtiene principalmente como subproducto de la minería de otros metales del grupo del platino, como el platino y el paladio.
La producción de rodio es limitada y su proceso de extracción requiere un cuidadoso control y precisión para asegurar la pureza del metal obtenido. Los principales países productores de este precioso metal son Sudáfrica, Rusia, Canadá y Zimbabue.
Aunque la exportación de rodio no está prohibida en la mayoría de los países, puede estar sujeta a regulaciones y restricciones específicas.