Cabello canoso, manchas y arrugas se han popularizado estos días en las redes sociales por cuenta de un reto viral en el que los internautas comparten la imagen de cómo se verían con unos años de más.

Se trata del #FaceAppChallenge, 'reto' con el que se modifica una fotografía con la aplicación 'FaceApp' para parecer de la tercera edad.

Futbolistas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo; Sheldon, el personaje de la serie de televisión 'The Big Bang Theory' y la celebridad norteamericana Kim Kardashian son algunas de las personalidades que han 'prestado' su imagen para este singular desafío.


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Modificar una fotografía es muy sencillo con esta aplicación de origen ruso y que también se hizo viral durante 2017. Sólo es necesario abrir la imagen dentro de la 'app' y seleccionar entre diferentes opciones de edición disponibles como 'Maquillaje', 'Cabello', 'Sonrisa' o 'Edad', esta última es la que permite envejecer o rejuvenecer a la persona.

Sin embargo 'FaceApp', disponible para teléfonos con sistema operativo Android o iOS, ha sido criticada estos días por su política de privacidad. De acuerdo con el portal Hipertextual, dicha política es ambigua o no especifica qué pasará con la información provista por el usuario en un futuro.


Según este sitio web, la aplicación almacena el contenido generado por los usuarios, así como "información de comportamiento recopilada por medio de herramientas de análisis de terceros, cookies e identificadores del dispositivo para proveer contenido personalizado y publicidad".

Esta información está a disposición de aquellos que son legalmente parte del mismo grupo empresarial, se convierten en 'afiliados' o son proveedores de servicios como ubicación y archivos de registro para la aplicación. No obstante, en caso de que 'FaceApp' sea comprada o disuelta toda la información pasaría a manos de terceros y, si la información se transfiere a otro país, las leyes de protección y uso de datos podría cambiar.


Ante este panorama, David Vaile, presidente de la Fundación Australiana de Privacidad, recomienda abstenerse de usar la aplicación.

"Piden más permisos que los que necesitan para ofrecer el servicio. Pueden sacar la información de cualquier régimen efectivo de protección legal, compartirla con cualquiera y guardarla de manera indefinida", apunta.

"Es imposible saber qué pasa cuando compartes algo, ese es el problema. La licencia es muy laxa. Pueden afirmar que usted está de acuerdo con que ellos envíen la información donde quieran o a quien quieran y, mientras haya algún tipo de conexión, pueden hacer muchas cosas", destaca.