Jeff Bezos, el multimillonario estadounidense fundador de la gigante del comercio en línea Amazon, llamó nuevamente la atención al informar la adquisición de un reloj muy peculiar que está valorado en 42 millones de dólares, lo que causó sorpresa, además de su valor, es que este artefacto no marca las horas, sino que marca los años y los siglos.
Este es conocido como el ‘Reloj de los 10.000 años’, es un nuevo proyecto respaldado por Jeff Bezos que, según lo describe él mismo, se mueve entre el arte, la filosofía y la tecnología. Ese reloj, es un concepto al que el profesor del MIT Danny Hillis llevaba desde 1989 dando forma para que no midiera los segundo, minutos u horas, como uno convencional, sino que marcara los años, siglos o milenios.
Esta iniciativa tomó forma en 1995 y se construyó para marcar el tiempo de las civilizaciones en milenios. El modelo existe y actualmente se exhibe en el Museo de Ciencias de Londres, donde Bezos quedó cautivado por su significado y por eso decidió invertir 42 millones de dólares en él.
El reloj funciona bajo un sistema de lógica digital binaria que es implementada mediante ruedas y palancas mecánicas y será ubicado en Sierra Diablo (Texas), cerca a donde Blue Origin estableció su base de pruebas de lanzamientos para sus cohetes.
Sobre la ubicación, Bezos comentó esta se había elegido para proteger el reloj, que está a 240 kilómetros del aeropuerto más cercano, además, de que quería que la visita adquiera un carácter místico en el que haya que desplazarse mucho para verlo.
El reloj fue instalado en una cavidad de 152 metros de altura y casi cuatro metros de diámetros en la montaña. En su interior se instala la maquinaria formada por unos enormes contrapesos de 5 toneladas, engranajes de dos metros y medio y múltiples palancas.
Blue Origin lanza primer cohete desde accidente de 2022
Un cohete New Shepard de Blue Origin despegó este martes de Texas, un éxito que marca el regreso al espacio de la empresa fundada por el millonario estadounidense Jeff Bezos más de un año después de un accidente.
Diez minutos después del despegue, la cápsula de la misión no tripulada NS-24, que contenía material científico, aterrizó en el desierto, según una transmisión en directo.
Esta vuelta al espacio era necesaria para que la compañía pueda reanudar los viajes de turismo espacial que ya han permitido a 31 personas pasar unos minutos más allá del límite de la atmósfera terrestre, entre ellos el propio Jeff Bezos.
El cohete despegó con éxito del oeste de Texas y su motor principal, reutilizable, se posó sin problemas en menos de 8 minutos después en las áridas llanuras del sur de Estados Unidos.