La emergencia de la inteligencia artificial (IA) en el sector de los videojuegos abre nuevos caminos y oportunidades, pero genera también preocupación, con desafíos vinculados a la propiedad intelectual y el empleo.
La IA está en el centro de los debates en el salón del videojuego Gamescon, que reúne a miles de personas hasta el domingo en la ciudad alemana de Colonia.
Los sistemas de IA permiten crear robots conversacionales con gran capacidad de respuesta, generar imágenes, códigos o guiones de manera automática.
“La IA es realmente un punto de inflexión”, asegura en la feria Julien Millet, ingeniero especializado en IA y fundador del estudio United Bits Game.
Pero la IA también podría amenazar el trabajo de los artistas conceptuales, que visualizan el videojuego antes de crearlo digitalmente. “Me preocupan esos puestos de trabajo”, concede Millet.
“Parte integral” del día a día
Gamescon permite a los estudios de videojuegos mostrar sus últimas creaciones.
Muchos jugadores acuden disfrazados y se agolpan en los distintos puestos para probar posibles nuevos éxitos, que este año incluyen algunos protagonizados por la inteligencia artificial.
Club Koala por ejemplo, del estudio singapurense Play for Fun, ofrece a los jugadores “crear su propio mundo de ensueño, una isla paradisíaca (...) con personajes únicos”, usando la IA.
La “IA se volvió parte integrante de la vida diaria” y tiene un “enorme potencial para llevar la industria de los videojuegos a otro nivel”, aseguró el director general de la empresa, Fang Han, en un comunicado.
Ivy Juice Games, con sede en Berlín, es otro de los estudios que ya usan la IA en su proceso de creación.
“Lo usamos para “generar líneas de texto (...), para introducir más narración en el juego”, explica Linus Gaertig.
El estudio también usa esa tecnología para “generar códigos”, añade.
La IA “hace que el juego sea más imprevisible y, por tanto, parezca más real”, afirma Sarah Brin, de Kythera AI, que utiliza esta tecnología para crear los movimientos de los personajes.
Propiedad intelectual
El fabricante de chips estadounidense Nvidia presentó ACE, un software dirigido a los desarrolladores para crear “personajes inteligentes en los juegos” utilizando IA.
En su video promocional, un jugador que habla por un micrófono mantiene una conversación con un cocinero virtual de fideos ramen en un bar de ciencia ficción.
¿Cómo está el chef? “No muy bien”, es la respuesta, remitiendo a preocupaciones relacionadas con el aumento de la delincuencia en la zona.
El uso de la IA para crear mundos virtuales podría chocar, sin embargo, con el derecho de propiedad intelectual sobre las imágenes originales utilizadas para producirlos.
“Si eres un gran editor y usas IA generativa y resulta que viola ciertos derechos de autor, eres vulnerable”, señala Sarah Brin, de Kythera AI.
A diferencia de muchos de sus competidores, la empresa decidió no entrenar su IA con bases de datos abiertos.
Alcance de la IA
La Inteligencia Artificial (IA) ha avanzado a pasos agigantados, demostrando un potencial impresionante en diversos campos. A medida que su capacidad de aprendizaje y autonomía se ha desarrollado, surge una pregunta inquietante: ¿podría la Inteligencia Artificial eventualmente destruir a la humanidad? Este tema ha generado un amplio debate entre expertos, quienes expresan opiniones divergentes sobre los riesgos y beneficios asociados con el desarrollo de la IA.
La IA ha demostrado un gran potencial en diversas áreas, desde el cuidado de la salud hasta la conducción autónoma de vehículos. Su capacidad para procesar grandes cantidades de datos y tomar decisiones rápidas y precisas tiene el potencial de mejorar significativamente la calidad de vida de las personas. Además, la IA podría ayudar a resolver problemas complejos que actualmente están fuera del alcance de la capacidad humana. En este sentido, podría ser una poderosa herramienta para el progreso y el desarrollo de la sociedad. Sin embargo, algunos expertos, no están de acuerdo con esta teoría.
*Con información de AFP.