En un mundo cada vez más digital, nuestros teléfonos inteligentes se han convertido en guardianes de información personal y financiera confidencial. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto la importancia de proteger estos dispositivos con medidas básicas de seguridad. La Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (NSA) ha emitido una recomendación simple pero efectiva para reforzar la seguridad de los smartphones: reiniciarlos una vez a la semana.
¿Por qué reiniciar el teléfono?
La NSA destaca diferentes razones principales por las que reiniciar su teléfono de forma semanal puede marcar una gran diferencia en su seguridad:
Combatir las amenazas emergentes:
Los ciberdelincuentes están en constante evolución, desarrollando nuevas técnicas para infiltrarse en nuestros dispositivos. Los exploits de “cero clic”, por ejemplo, permiten a los atacantes espiar y recopilar datos sin que el usuario haga ninguna acción (malware y spyware). Reiniciar el teléfono ayuda a interrumpir la ejecución de estos ataques y minimizar el riesgo de infección.
2. Protegerse del phishing:
El phishing es una estrategia engañosa utilizada para robar información confidencial, como contraseñas o datos bancarios. Los ciberdelincuentes envían correos electrónicos o mensajes de texto falsos que aparentan provenir de entidades confiables, induciendo a los usuarios a revelar información sensible. Un reinicio semanal puede eliminar rastros de estas actividades fraudulentas y dificultar que los ataques de phishing tengan éxito.
3. Optimizar el rendimiento:
Con el uso diario, las aplicaciones y procesos en segundo plano pueden acumularse en la memoria del teléfono, causando lentitud, fallos y un mayor consumo de batería. Reiniciar el dispositivo permite cerrar abruptamente estos procesos, liberando memoria y optimizando el rendimiento general del teléfono.
Diferencias clave entre malware y spyware:
- Objetivo: El malware tiene un objetivo más amplio que el spyware, que se centra específicamente en el espionaje y la recopilación de datos.
- Funcionamiento: El malware puede dañar o interrumpir el sistema, mientras que el spyware funciona de manera sigilosa para recopilar información sin ser detectado.
- Formas de infección: El malware puede propagarse de diversas maneras, como correos electrónicos infectados, sitios web maliciosos o descargas de software no confiables. El spyware se instala comúnmente a través de software gratuito o pirateado, o mediante enlaces engañosos en correos electrónicos o mensajes de texto.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.