En las relaciones de pareja, el lenguaje que utilizan las personas tiene un papel fundamental en cómo se comunican y, por ende, en el desarrollo de sus interacciones. Las personas celosas y posesivas suelen usar ciertas palabras que reflejan su inseguridad y necesidad de control.

Aunque estas palabras pueden parecer inofensivas, en realidad tienen un efecto negativo en la dinámica de la relación, generando tensiones y malentendidos. Gracias a la inteligencia artificial (IA), han podido analizar patrones de comportamiento humano para identificar términos que, más que otros, son empleados por personas con actitudes celosas y posesivas.

Ciertas expresiones, cuando se repiten constantemente, pueden dar lugar a dinámicas tóxicas. En este sentido, El País consultó a la inteligencia artificial de ChatGPT para identificar las palabras más comunes que utilizan las personas celosas y posesivas en una relación. Los resultados revelan que estas personas suelen mostrar una preocupación por mantener una exclusividad total, incluso en situaciones donde no hay ninguna amenaza a su relación.

Las personas posesivas y controladoras sienten suma desconfianza de sus parejas e intentan controlar todo lo que ellas hacen. | Foto: Getty Images
¿Cuáles son las palabras que más dicen las personas celosas y posesivas en una relación?

“Mío/a”

La palabra “mío” o “mía” es, sin lugar a dudas, la más representativa cuando se habla de celos y posesión. Cuando se usa de forma excesiva, no solo refleja una necesidad de control, sino que también simboliza una actitud de “propiedad” dentro de la relación. Expresiones como “Eres mío/a” o “Eso es mío/a” son frecuentes en personas que buscan acaparar la atención y el afecto de su pareja, demandando exclusividad de manera verbal.

Celos y posesión en una relación amorosa. | Foto: Getty Images

“Siempre”

Cuando se usa de manera negativa, esta palabra se convierte en una herramienta para generalizar comportamientos y, con frecuencia, se utiliza para acusar a la pareja de hacer cosas que solo existen en una percepción exagerada. Frases como “Siempre haces lo mismo” o “Siempre estás mirando a otras personas” son comunes en este tipo de relaciones y reflejan una desconfianza constante hacia el otro.

“¿Por qué?”

Cuando una persona celosa o posesiva pregunta de manera repetitiva “¿Por qué saliste con él/ella?” o “¿Por qué no me lo dijiste antes?”, lo que busca es obtener una explicación que calme su inseguridad o controlar las acciones de su pareja. Aunque estas preguntas no siempre son agresivas, pueden ser invasivas y provocar la sensación de estar siendo constantemente observada o interrogada.

Las personas que recurren a este tipo de preguntas constantemente no solo están buscando una explicación, sino que, en muchos casos, están evaluando si lo que la pareja hace está o no dentro de los límites que ellos consideran adecuados. A medida que las preguntas se repiten, se produce un ciclo de acusaciones y defensas, lo cual deteriora la comunicación en la relación. Las personas que hacen estas preguntas de manera excesiva también pueden sentirse ansiosas o estresadas, buscando constantemente confirmaciones que refuercen su percepción de la relación.