ChatGPT se ha convertido en una de las herramientas de inteligencia artificial más utilizadas en la actualidad, ya que permite a los usuarios interactuar con un avanzado modelo de lenguaje para resolver dudas, generar contenido y recibir asistencia en diversas tareas. No obstante, muchas personas desconocen los posibles riesgos asociados con su uso, especialmente en lo que respecta a la privacidad y la seguridad de la información compartida en cada sesión.

Al utilizar la plataforma, los usuarios proporcionan datos que pueden ser almacenados y utilizados con distintos fines. OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, recopila información de las cuentas con el propósito de optimizar el servicio y personalizar la experiencia de cada usuario. Sin embargo, esto plantea interrogantes sobre hasta qué punto es conveniente este almacenamiento de datos.

Según un estudio de la firma de ciberseguridad ESET, ChatGPT guarda la información que los propios usuarios le proporcionan durante sus interacciones. No obstante, OpenAI no almacena datos personales fuera de las sesiones activas, salvo que el usuario lo solicite expresamente. De hecho, es posible requerir la eliminación de la información en cualquier momento.

Esto plantea interrogantes sobre hasta qué punto es conveniente este almacenamiento de datos. | Foto: Artur Widak/NurPhoto

A pesar de esto, ChatGPT sí conserva ciertos datos, como la dirección de correo electrónico y el nombre de usuario, además de la información de pago en el caso de cuentas premium. También almacena preferencias de uso, como el idioma, el tema y el historial de conversaciones si la opción está activada. Adicionalmente, recopila información técnica, como la dirección IP y detalles del dispositivo y navegador utilizados, así como datos sobre la frecuencia y duración de las sesiones, y las funciones empleadas dentro de la plataforma.

Muchas personas desconocen los posibles riesgos asociados con su uso, especialmente en lo que respecta a la privacidad y la seguridad de la información compartida en cada sesión. | Foto: Getty Images

ChatGPT no accede directamente a información personal o privada, pero sí retiene aquella que el usuario comparte durante sus sesiones activas. Además, si el usuario lo configura de cierta manera, podría conservarla incluso después de que la sesión haya finalizado. En última instancia, la cantidad de información almacenada depende del usuario y de cómo gestione sus preferencias de privacidad”, explicó Fabiana Ramírez Cuenca, investigadora de seguridad informática de ESET Latinoamérica.

Si bien OpenAI ha implementado medidas de seguridad para proteger los datos de los usuarios, ninguna plataforma es completamente inmune a ataques cibernéticos. En caso de una filtración, la información almacenada podría ser utilizada por actores malintencionados para cometer fraudes o suplantaciones de identidad.

Es común que algunos usuarios compartan datos sensibles, como información financiera o credenciales de acceso a otras plataformas. Aunque la información registrada en cada sesión queda restringida al usuario, existe el riesgo de que una cuenta de ChatGPT sea vulnerada, lo que podría exponer el historial de conversaciones y los datos proporcionados en ellas.

Por otro lado, el uso de la plataforma implica la aceptación de sus términos y condiciones, en los que se especifica cómo se almacenan y procesan los datos. OpenAI permite a los usuarios revisar y gestionar sus preferencias de privacidad, así como solicitar la eliminación o modificación de la información almacenada en cumplimiento de las normativas de protección de datos.