El router WiFi es el elemento que te permite disfrutar de conexión inalámbrica a tus dispositivos y la ubicación de este puede influir mucho en la calidad, velocidad y estabilidad de tu conexión, pero a menudo no le damos la importancia que se merece al elegir dónde colocarlo en nuestra casa. Sin embargo, existen dos lugares en los que nunca deberías ubicar el router WiFi si deseas mantener una conexión estable y que llegue a todos los rincones de tu hogar.
“Lo que ocurre con todas las fuentes de ondas electromagnéticas es que cuanto más te alejes de la fuente (en este caso, tu router), más débil es la señal. Esa reducción es además exponencial: si a 1 metro la señal es óptima, a 2 metros es una cuarta parte de lo fuerte que es a un metro, y a 3 metros es una novena parte de lo fuerte que es a un metro.” menciona el portal Xataka.
La práctica de llevar el router WiFi al exterior puede resultar tentadora para tener acceso a Internet en áreas externas de la casa. Sin embargo, es importante tener en cuenta que al mover el router, la señal cambiará de posición, afectando las áreas donde antes había buena cobertura y generando problemas en otros lugares. Por lo tanto, ubicar el router WiFi en zonas al aire libre es uno de los errores más comunes que debemos evitar si deseamos una conexión estable y de calidad en toda la vivienda.
No obstante, este no es el único error que puede comprometer la buena conexión de tu router WiFi. Existen otros lugares en el interior de la casa que también debes evitar al colocar el dispositivo.
Lugares donde no se recomienda instalar el router
Espacios con diferentes obstáculos físicos
Las ondas electromagnéticas deben atravesar o rebotar con los diferentes obstáculos hasta llegar a su destino, que son los dispositivos inalámbricos conectados o por conectarse. Los obstáculos físicos, como las paredes gruesas, pueden tener un impacto significativo en la cobertura y velocidad de la señal WiFi. Si hay muchas paredes entre el router y el lugar donde nos estamos conectando, la señal se atenuará considerablemente y apenas llegará cobertura.
“La señal que se emite por las antenas está formada de ondas electromagnéticas que viajan por el aire a una determinada frecuencia (Generalmente 2.4 GHz o 5 GHz). Estas frecuencias de onda son algo sensibles, por lo que equipos como televisores, microondas, neveras y otros electrodomésticos pueden causar interferencia en la señal e incluso bloquearla totalmente.” añadió ‘Cualrouter’ en su portal.
El garaje o el jardín
“Entre los lugares donde nunca deberías colocar el router WiFi se encuentran el garaje y el jardín. Si buscas una conexión más estable, es mejor evitar estos espacios para obtener la mejor señal posible y una buena conexión”, indica ‘Hoy Computer’.
La cocina
Aunque normalmente la cocina no suele ser el lugar más común para instalar la conexión de fibra óptica, cable o ADSL, hay viviendas donde, por comodidad del instalador, se aprovecha la cocina como punto principal para colocar el router, lo cual es un error por varios motivos.
“En las cocinas suelen converger diversos problemas que reducen la señal inalámbrica, como por ejemplo el hecho de contar con grandes electrodomésticos con partes metálicas que reflejan la señal (hornos, frigoríficos, lavadoras, etc.), tuberías, depósitos de agua en calderas y termos que absorben el WiFi y aparatos como microondas que también pueden llegar a interferir” menciona el portal de ‘Xataka’.
Una de las opciones apropiadas para mejorar el alcance de red y reducir la latencia es el uso de un repetidor WiFi. Un repetidor WiFi es un dispositivo diseñado para ampliar la señal inalámbrica, captando la señal existente y retransmitiéndola, lo que permitiría extender la cobertura a áreas donde la señal es débil.