Aplicaciones fotográficas que desnudan digitalmente a las mujeres, la posibilidad de crear desde una simple frase fotos de “chicas de inteligencia artificial (IA)” e imágenes manipuladas que alimentan la “extorsión sexual”: el auge de la pornografía ultrafalsa está superando esfuerzos de EE.UU. y Europa para regular la tecnología.

La IA ya ocupa un gran espacio en la socieda, ,por ejemplo, en Latinoamérica, el 42 % de las empresas ya usan inteligencia artificial en sus procesos, según la firma Statista. | Foto: 123RF / El País

Las falsificaciones de fotos y videos cada vez más realistas basadas en IA -llamadas “deepfakes”- generalmente se asocian a personalidades conocidas, como el papa Francisco con un abrigo acolchado o Donald Trump bajo arresto, pero los expertos afirman que su uso se está extendiendo para generar pornografía no consensuada que puede destruir vidas comunes y corrientes.

Las mujeres son un objetivo particular de las herramientas y aplicaciones de IA, ampliamente disponibles de forma gratuita y sin necesidad de conocimientos técnicos, que permiten a los usuarios retirar digitalmente la ropa de sus fotos o insertar sus rostros en videos sexualmente explícitos.

“El aumento de la pornografía generada por IA y de la ‘deepfake porn’ normaliza el uso de la imagen de una mujer sin su consentimiento”, explica a la AFP Sophie Maddocks, investigadora de la Universidad de Pensilvania que estudia los abusos sexuales basados en imágenes.

“¿Qué mensaje enviamos como sociedad sobre el consentimiento cuando se puede desnudar virtualmente a cualquier mujer?”, comentó. En un dramático video, una “streamer” estadounidense de Twitch conocida como QTCinderella lamentó la “constante explotación y cosificación” de las mujeres cuando se convirtió en víctima del “porno deepfake”. Fue acosada, agregó, por personas que le enviaban copias de las manipulaciones en las que aparecía.

IA revela grandes cambios para el mundo. | Foto: Ilustración creada con la IA de Bing Image Creator

El escándalo estalló en enero durante una transmisión en vivo del también “streamer” Brandon Ewing, quien fue sorprendido mirando un sitio web que contenía imágenes sexuales falsas de varias mujeres, entre ellas QTCinderella.

“No es tan simple como ‘sólo’ ser violada. Es mucho más que eso”, escribió la creadora de contenido en Twitter, ahora llamado X, añadiendo que la experiencia la había “arruinado”.

Chicas hiperreales

La proliferación de “deepfakes” subraya la amenaza de la desinformación habilitada por la IA, que puede dañar la reputación y provocar intimidación o acoso. Si bien celebridades como la cantante Taylor Swift y la actriz Emma Watson han sido víctimas de la pornografía falsa, las mujeres que no están en el ojo público también son el objetivo de estos ataques.

Los medios de comunicación estadounidenses y europeos están llenos de testimonios de primera mano de mujeres, desde académicas hasta activistas, que se sorprendieron al descubrir sus rostros en videos pornográficos falsos.

Muñeca recreada por la IA en Colombia. | Foto: Twitter: Cosmilandia

Alrededor del 96% de los videos “deepfake” en línea son pornografía no consensuada y en la mayoría de ellos aparecen mujeres, según un estudio de 2019 realizado por la empresa holandesa de IA Sensity.

Hay aplicaciones gratuitas que pueden crear “chicas hiperreales de IA”, avatares a partir de fotos reales, personalizándolas con indicaciones como “piel oscura” u otras con connotaciones sexuales.

¿Rincón oscuro?

Los avances tecnológicos han dado lugar a lo que Duffield denomina una “industria artesanal en expansión” en torno al porno potenciado con IA, en la que muchos creadores de “deepfakes” aceptan solicitudes pagas para generar contenidos con una persona que el cliente elige.

El mes pasado, el FBI emitió una advertencia sobre los “esquemas de sextorsión”, en los que los estafadores capturan fotos y videos de las redes sociales para crear material falso de “temática sexual” que luego se utilizan para chantajear al usuario afectado. El FBI añadió que entre las víctimas había menores de edad y adultos que no dieron su consentimiento.

Con información de: AFP