El baño es uno de los espacios más íntimos del hogar, pero también puede ser uno de los más peligrosos si no se toman las precauciones necesarias al utilizar aparatos eléctricos. La combinación de agua y electricidad es potencialmente letal, por lo que es crucial conocer los riesgos a los que nos exponemos al introducir dispositivos en esta área.
Uno de los electrodomésticos más utilizados en el baño es el secador de pelo, un aparato que no parece representar un gran peligro a simple vista. Sin embargo, al combinarse con el agua, puede convertirse en una trampa mortal. Si entra en contacto con el líquido mientras está conectado a la corriente, la electricidad podría viajar a través del agua, electrocutando a quien lo esté manipulando.
Para evitar este riesgo, lo ideal es mantenerlo alejado de la bañera, el lavabo o cualquier otra fuente de agua. Además, es recomendable desenchufarlo inmediatamente después de su uso y nunca utilizarlo con las manos mojadas.
Las afeitadoras eléctricas y las máquinas de depilación también son aparatos comunes en esta parte de la casa, estos dispositivos pueden ser extremadamente peligrosos si entran en contacto con el agua. Aunque suelen estar diseñados para resistir ambientes húmedos, no son inmunes a los riesgos de electrocución.
Muchos de estos aparatos están equipados con protecciones adicionales, como un aislamiento especial o baterías recargables en lugar de funcionar directamente conectados a la corriente. No obstante, es fundamental no utilizarlos mientras se está en la ducha o la bañera, y siempre asegurarse de que estén completamente secos antes de encenderlos.
Cada vez es más común encontrar cargadores de dispositivos móviles en el baño, ya sea para recargar el teléfono mientras uno se arregla o para conectar cepillos eléctricos, por ejemplo. Aunque la mayoría parecen inofensivos, si se dejan conectados cerca de fuentes de agua, como el lavabo o la ducha, pueden representar un peligro.
El agua es un excelente conductor de electricidad, por lo que un cargador mojado podría provocar un corto circuito y, en el peor de los casos, una descarga eléctrica. Para evitar accidentes, es fundamental no dejarlos conectados en el baño, especialmente si hay humedad en el ambiente.
Por otra parte, las planchas y rizadores de pelo son herramientas de belleza que se han vuelto indispensables para muchas personas, estos aparatos alcanzan altas temperaturas y, al estar conectados a la corriente, pueden ser extremadamente peligrosos si se utilizan de manera imprudente. El contacto con agua o la humedad podría provocar una descarga eléctrica severa.
Una de las recomendaciones más importantes es utilizarlos lejos de cualquier fuente de líquido y siempre asegurarse de que estén desenchufados cuando no se estén utilizando. Además, es aconsejable revisarlos con regularidad para verificar que no tengan cables dañados o expuestos.
Para minimizar el riesgo de accidentes eléctricos en el baño, se deben seguir algunas recomendaciones básicas:
- Instalación de interruptores diferenciales: Estos dispositivos cortan el suministro de electricidad automáticamente si detectan una fuga de corriente, lo que puede salvar vidas en caso de un accidente.
- No utilizar aparatos eléctricos cerca del agua: Aunque parezca obvio, es fundamental recordar que el agua y la electricidad no se deben mezclar. Mantenga siempre los aparatos alejados de la bañera, el lavabo o la ducha.
- Mantener los dispositivos desenchufados: Después de usar secadores, rizadores o cualquier otro aparato eléctrico en el baño, desenchúfelo inmediatamente. Esto reduce la posibilidad de que ocurra un accidente si el aparato cae al agua accidentalmente.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.