A 184 kilómetros de Quibdó, la capital del departamento de Chocó, en la costa del océano Pacífico y entre la selva húmeda, se encuentra la población de Nuquí, hermoso destino turístico con parajes que mezclan playas vírgenes, piscinas naturales, estuarios, termales, manglares, la selva más biodiversa del mundo, avistamiento de ballenas jorobadas y, por si fuera poco, una de las mejores gastronomías de Colombia.
Nuquí, así como Bahía Solano, es uno de los paraísos del Pacífico colombiano que ningún turista amante de la naturaleza puede dejar de conocer y disfrutar. Llegar a esta población enclavada en lo profundo de la selva chocoana, no es posible por vía terrestre, pero hay dos opciones que se ajustan a los presupuestos y tiempos de cada viajero.
En primer lugar, se cuenta con el transporte marítimo, en barco o en lancha que toman desde el Puerto de Buenaventura, en el primer caso puede tardarse ocho horas y cuatro en el segundo. Aunque, el viaje por el océano permite apreciar la belleza de la costa pacífica.
La segunda alternativa son los vuelos directos al aeropuerto Reyes Murillo de Nuquí, que salen desde algunas ciudades capitales como Medellín, Bogotá y Quibdó. Por lo general, estas rutas aéreas tienen horarios fijos una vez a la semana. Cabe recordar que desde Cali también salen algunas rutas a diferentes poblaciones del Chocó, según confirmó la empresa Satena, a partir del próximo 23 de septiembre tendrán una ruta exclusiva Cali-Nuquí.
De acuerdo con el portal Colombia Travel, las playas más recomendadas de Nuquí son Guachalito, Cabo Corrientes, Coquí, Joví y Morromico, en las que gracias a sus grandes olas se puede practicar surfing. También, en algunas, se pueden apreciar a las ballenas yubartas que llegan al océano Pacífico entre junio y noviembre. Sitios como Piedra Fidel, Piedra Bonita, La Parguera y El Chuzudo son formaciones rocosas que bordean la costa donde se puede hacer buceo y snorkeling.
En el corregimiento de Termales, muy cerca del casco urbano de Nuquí, se puede disfrutar de piscinas naturales y baños termales. Además, por su cercanía con la selva, se ofrecen recorridos guiados para apreciar la biodiversidad de la zona, bien sea por senderos o por afluentes y manglares.
La infraestructura hotelera, de restaurantes y bares es en su mayoría ecológica, desarrollada por sus pobladores, por lo que los turistas tendrán la oportunidad de conocer de cerca la cultura de estas comunidades.