Ubicado a 132 kilómetros de Madrid, España, se encuentra uno de los pueblos más bonitos de la provincia de Segovia. Un castillo, sus murallas y sus plazas empedradas convierten a Pedraza en una joya medieval del sigo XXI.
Este pequeño pueblo, según reseña National Geographic, se levantó entre los arroyos Encinarejo y Vadillo, en mitad de dos cerros y tiene un imponente castillo ubicado en el punto donde antes se contemplaba una fortificación prerromana.
La Puerta de la Villa, que fue construida en el siglo XI, es todavía el único acceso al pueblo. Desde allí, los visitantes pueden iniciar un viaje al pasado de Pedraza, que siglos atrás fue un bastión defensivo en tierras de Reconquista. A pocos pasos de la Puerta de la Villa, podrán ver la antigua cárcel de la Edad Media.
Una vez en el pueblo, la calle Real demuestra la riqueza cultural y arquitectónica de esta pequeña villa que evoca otra época. Con construcciones nobiliarias y tradicionales casas, esta calle conecta la entrada con la Plaza Mayor de Pedraza.
La calle Mayor, con pequeños comercios y fachadas antiguas, es el lugar ideal para dar inicio al recorrido hasta el castillo de Pedraza, una fortaleza histórica construida en el siglo XIII. Junto al lado sur de la Plaza Mayor, se ubica la Iglesia de San Juan Bautista, una edificación que conserva su estilo románico, además de una torre con arquería en su cima.
Esta población fue declarada Conjunto Histórico en 1951, lo que explica por qué se ha posicionado como uno de los destinos históricos para recorrer en Segovia.
La arquitectura colonial no es su único atractivo, pues a pocos kilómetros está ubicado el Parque Natural de las Hoces del Río Duratón, descrito por National Geographic como uno de los paisajes más potentes de Castilla y León.