Las paradisíacas vistas de la isla de Santorini en Grecia, sin duda, son de los más bellos paisajes que puede tener toda Europa. No obstante, Colombia también tiene su propio ‘santorini’, en el corazón del departamento de Antioquia.
Se trata del pueblo de La Aldea, ubicado en Doradal, Antioquia, donde sus arquitectos se inspiraron en la las edificaciones del mediterráneo para llevar a cabo el desarrollo del lugar.
De acuerdo con lo expresado por los locales, el lugar se comenzó a construir a finales de la década de 1980, por varios empresarios que se unieron para desarrollar la anormal arquitectura en Colombia, tanto así que dicen que en la época se construyó un gran lago imitar el mar Egeo.
Una de las historias más famosas relaciona a La Aldea con el narcotraficante Pablo Escobar. De acuerdo con los residentes locales, se rumorea que Escobar participó en la edificación del barrio, aprovechando el período en que estaba en el proceso de construcción de su reconocida Hacienda Nápoles. No obstante, estas versiones no se han podido confirmar.
“Hay personas que aseguran que fue un consorcio de ingenieros que se llamaba ‘El grupo de los 12′ y que entre ellos realizaron el proyecto. Dicen también que lo hicieron en conjunto con el Instituto de Crédito Territorial, que era una entidad del estado. Ya pasaron 40 años, así que es una leyenda”, dijo uno de los residentes en su momento a la revista Diners.
Ya en la parte turística, La Aldea se convierte en un excelente destino de turismo ecológico, ya que por estar ubicada en una zona rural, su vista es muy natural. Además, cuenta con balnearios y el paso del Claro, donde pueden departir los visitantes.
Pero sin duda, el plato fuerte y lo que no se pueden perder los visitantes de La Aldea es pasar por la Reserva natural del Cañón del Río Claro, en donde se podrá hacer senderismo, avistamiento de aves y fauna autóctona de la región.
Muy cerca queda la Hacienda Nápoles, la cual también se puede visitar para conocer sobre la historia de Pablo Escobar, ver los animales y disfrutar de los tours que allí se ofrecen.
Por último, se puede recorrer todo el pueblo en unas dos horas, en donde hay lugares mágicos para tomarse fotografías y presumirlas en sus redes sociales.