Declarado como la primera área protegida de Colombia en noviembre de 1960 a través del decreto 2631, el Parque Nacional Natural Cueva de Los Guácharos es una maravilla natural que merece la pena ser explorada.

Según la página de Parques Nacionales Naturales de Colombia (PNN), esta reserva con vocación ecoturística del país promete una aventura irrepetible al permitir a sus visitantes practicar actividades como senderismo terrestre, observación de aves y mariposas, así como espeleísmo (visitar cavidades subterráneas con fines recreativos) y fotografía no comercial.

Por otro lado, explica que tiene tres rutas de acceso: la primera por Pitalito-Palestina (carretera en pavimentación, 40 minutos en bus); la segunda por Acevedo-San Adolfo (26 Km de vía carreteable, 1½ hora en bus escalera); y la tercera es una entrada en helicóptero, gracias a que el parque posee un helipuerto con plataforma de aterrizaje construida rudimentariamente, diseñado para la extracción de personal en caso de emergencia.

Su extensión de 7.134,93 hectáreas, está distribuida en los municipios de Acevedo y Palestina, departamento del Huila, San José del Fragua y Belén de Los Andakíes, departamento de Caquetá y Piamonte en el departamento del Cauca. Además, el mismo sitio web destaca que es un referente de bosques andinos y subandinos en buen estado de conservación.

Parque Cueva de los Guácharos | Foto: Cortesía - Parques Nacionales Naturales de Colombia

Por otro lado, menciona una serie de recomendaciones para tener en cuenta a la hora de visitarlo, esto con el objetivo de vivir una experiencia mucho más gratificante.

En primer lugar, recomienda llevar a cabo los recorridos por los senderos ecoturísticos en compañía de un intérprete del patrimonio o un guía local. Para el caso de los campistas, solo se podrá acampar en el sitio disponible para la actividad.

Asimismo, recalca la importancia de hacerse responsable de sus objetos personales y siempre mostrar su compromiso de respeto por la vida silvestre de este entorno natural, evitando tirar objetos o equipos o verter, introducir, distribuir, usar y/o abandonar sustancias tóxicas o contaminantes que afecten el ecosistema.