Oaxaca y Chiapas son tierras ricas en historia y diversidad cultural, que se han convertido en parte de esos destinos imperdibles para quienes desean descubrir la esencia de una de las civilizaciones más fascinantes del mundo antiguo: los mayas.
En estos estados, los vestigios arqueológicos, las tradiciones indígenas vivas y el entorno natural brindan una experiencia auténtica, sumergiendo a sus visitantes en las espectaculares ruinas mayas, en medio de la selva densa y de verdes paisajes tropicales.
Entre sus destinos más icónicos se encuentra Palenque, famoso por su arquitectura, la belleza de sus inscripciones y relieves, así como por su entorno natural, donde la selva parece custodiar los secretos de esta antigua ciudad.
Con estructuras como el Templo de las Inscripciones, donde se halla la tumba del rey Pakal, y el Palacio, este sitio ofrece a los turistas un vistazo a la vida y los rituales de la civilización maya. A esto se suma una experiencia gastronómica que transporta en el tiempo, mientras se conocen sus tradiciones, que también se mantienen vivas, tal como lo hace su idioma y prácticas espirituales.
En pueblos como San Juan Chamula y Zinacantán, los visitantes pueden conocer sus tradiciones en sus fiestas y mercados locales, donde los colores, los textiles y las costumbres reflejan un profundo respeto por su pasado
Otros lugares como Monte Albán y Mitla, son el escenario perfecto para observar la grandeza de los antiguos pueblos indígenas y conocer cómo su legado sigue influyendo en la vida cotidiana a través de prácticas como la gastronomía y artesanía.
Por esta razón, explorar Oaxaca y Chiapas es internarse en un entorno donde el pasado y el presente coexisten, ofreciendo una aventura cargada de sorpresas, datos históricos y experiencias enriquecedoras, pues la civilización maya siempre ha sido de gran impacto por sus obras y su ingenio.