Panamá es conocido por sus impresionantes playas, pero las islas de Guna Yala, situadas en la costa caribeña, destacan como uno de los destinos más deslumbrantes. Este archipiélago, a solo tres horas en coche desde Ciudad de Panamá, ofrece un escape perfecto con cientos de islas tropicales bordeadas por palmeras y bañadas por aguas turquesas.
Lejos del bullicio de la ciudad y de sus rascacielos, Guna Yala es la tierra natal del orgulloso pueblo guna, el primer grupo indígena de América Latina en obtener autonomía territorial.
Las islas de Guna Yala son pequeñas, muchas con apenas el tamaño de un campo de fútbol. Están rodeadas por playas de arena blanca y aguas cristalinas que revelan un vibrante mundo submarino, hogar de corales, peces de arrecife y enormes estrellas de mar.
La infraestructura es sencilla, pero encantadora: cabañas de madera con lo básico, ideales para desconectar del mundo y relajarse en una hamaca mientras se disfruta de un coco fresco.
Entre las islas más visitadas se encuentran los cayos Limones, conocidos por sus islotes pintorescos y aguas resplandecientes. Este lugar es ideal para quienes buscan practicar esnórquel, explorando arrecifes de coral y barcos hundidos a pocos metros de la costa.
Otras islas como la isla del Diablo y la isla Pelícano ofrecen restaurantes y un ambiente animado, mientras que destinos como La Piscina y Nugnudub permiten disfrutar de la tranquilidad en sus cálidas aguas y largas playas llenas de palmeras.
Guna Yala es un destino perfecto para los amantes de la naturaleza y la tranquilidad. Con su belleza natural intacta y una atmósfera relajante, estas islas caribeñas ofrecen una experiencia única, lejos de la modernidad, donde el tiempo parece detenerse y el único ruido es el suave oleaje del mar.
Seguro de viaje: Estas son las claves a tener en cuenta
Los seguros de viaje pueden suplir gastos excesivos debidos a un accidente que se presente en las vacaciones que pasa una familia en el extranjero o cuando la persona necesita tratamientos médicos por algún motivo. También aplica en casos menos graves, como la pérdida de equipaje o el retraso de un vuelo.
Por lo general, las mismas agencias de viajes ofrecen diferentes seguros que se adaptan a las necesidades de tiempo y riesgos que puedan correr los turistas. De acuerdo con la agencia Kapital International, “el seguro se debe contratar una vez se haya realizado la primera reserva del vuelo o del alojamiento en el hotel, así asegura que cualquier imprevisto antes del viaje quede cubierto”.
Porque, de lo contrario, “también puede contratar el seguro de viaje un día antes de viajar. Pero en esta situación debe tener en cuenta que las garantías que le ofrece son limitadas, ya que lo que suceda antes del viaje no lo cubrirá”, aclaran.
La compra de un seguro de viaje es voluntaria, se accede a él como una garantía en circunstancias que nadie desearía experimentar. Además de los casos mencionados, un seguro también asume los gastos de repatriación cuando la persona cubierta fallece en el país que estaba visitando.