Los accidentes existen, es algo normal. Esa situación la conocen los hoteles y las empresas que se dedican a la atención a clientes, por eso siempre es fundamental, en caso de que ocurra cualquier accidente, informar a los encargados del hotel para saber cuáles son las condiciones y cómo se puede solucionar el problema. En algunos casos, el personal del hotel puede cambiar las cubiertas de la cama y lavarlas en su propio servicio sin recargo adicional; o en algunos casos pueden generar cargos adicionales que pueden ser recargados a la factura.
Debido a que las manchas son fortuitas, pero las manchas pueden llegar a ser irreparables, las tarifas pueden variar según la calidad del hotel. Cabe anotar que por una situación higiénica lo recomendable es comunicarse con el personal del hotel para que haga el cambio de forma inmediata y haga los cargos que correspondan. En caso de que la marcha de sangre haya sido la consecuencia de una herida, es importante atenderla primero antes de dedicarse a las labores de limpieza.
Cabe anotar que para evitar que la mancha se propague es mejor limpiarla con un trapo húmedo, o con una toalla de papel, para evitar su propagación; los expertos en este tipo de casos piden que no se intenten remedios caseros, pues pueden empeorar la mancha o fijarla aún más en el tejido. Incluso pueden llegar a dañar las prendas sobre las que se aplica la solución. Igualmente, es importante que no importa el accidente sea sincero con el personal del hotel, y cuénteles bajo qué circunstancias sucedió la situación.
Es importante tener en cuenta, también, antes de tomar cualquier acomodación, leer las reglas del alojamiento para evitar cargos innecesarios y posibles cobros desmesurados a la hora de abandonar la habitación. Una vez se reserva, generalmente, los hoteles dan a conocer sus políticas.