Santa Marta, una joya del Caribe colombiano, se sitúa en la costa norte del país, en el departamento del Magdalena. Esta ciudad, una de las más antiguas de América del Sur, combina a la perfección belleza natural e historia.
Con playas paradisíacas, parques naturales y sitios arqueológicos, Santa Marta es el destino ideal para quienes buscan aventuras y momentos de relajación.
Aquí le presentamos algunas actividades imprescindibles para disfrutar en Santa Marta y sus alrededores, además de sugerencias sobre cómo llegar, qué ver y dónde alojarse.
Los planes imperdibles en Santa Marta
- Explorar el centro histórico:
El Centro Histórico de Santa Marta es un lugar lleno de historia y cultura. Sus calles adoquinadas y edificios coloniales ofrecen un recorrido fascinante que incluye visitas a la Catedral Basílica, el Museo del Oro Tayrona y el popular Parque de los Novios. Este es el sitio perfecto para empaparse de la esencia de la ciudad.
El malecón turístico, conocido como El Camellón de la Bahía, es ideal para pasear al atardecer y disfrutar del ambiente local. Si busca vida nocturna, el Parque de los Novios es tu destino, con una gran oferta de bares, restaurantes y cafés.
Para alojarse en el centro histórico, algunas opciones recomendadas incluyen Oasis Fresh Hotel, Masaya Hostel y Casa Rosa Hotel Boutique. Si prefieres estar cerca de la playa, en El Rodadero, considera el Hotel Be La Sierra o en Pozos Colorados, Playa del Ritmo Beach Hostel & Bar.
- Visitar las playas del Parque Tayrona:
El Parque Nacional Natural Tayrona es uno de los principales atractivos de Santa Marta. Este santuario de biodiversidad ofrece playas de ensueño y senderos ecológicos que te conectan con la cultura indígena de la Sierra Nevada. Las entradas más populares son El Zaino, que da acceso a playas como Cabo San Juan y La Piscina, y Palangana, que lleva a la famosa Playa Cristal.
Hospedarse dentro del Tayrona es una opción para quienes quieren sumergirse en la naturaleza; puedes optar por Ecohabs Playa Cañaveral o Camping Playa Arrecifes. A las afueras del parque, Quetzal Dorado Eco-Lodge y Viajero Tayrona son opciones ideales.
- Relajarse en las cascadas de Minca:
A solo 45 minutos de Santa Marta, Minca es un refugio natural en la Sierra Nevada, ideal para quienes buscan un ambiente más tranquilo. Este pueblito ofrece un entorno lleno de cascadas, ríos y paisajes montañosos. Las Cascadas de Marinka y Pozo Azul son destinos populares para un baño refrescante en medio de la naturaleza.
Minca también es conocida por su biodiversidad, especialmente por su gran variedad de aves. Además, puede disfrutar de tours de café en fincas locales y maravillarse con los miradores que ofrecen vistas espectaculares de la región.
Para alojarte en Minca, opciones como Hostal Sierra Minca y Mundo Nuevo Eco Lodge ofrecen experiencias acogedoras y en plena naturaleza.
- Explorar la mítica ciudad perdida:
Si le apasionan las caminatas y el senderismo, no puede dejar de visitar Ciudad Perdida, un antiguo asentamiento de la civilización Tayrona. Este sitio arqueológico es incluso más antiguo que Machu Picchu y es accesible solo a través de una caminata guiada de cuatro días por la Sierra Nevada.
La travesía incluye recorridos por la selva, ríos cristalinos y la visita a comunidades indígenas. Es un desafío físico, pero la recompensa al llegar a Ciudad Perdida es incomparable, con vistas espectaculares y una conexión profunda con la historia precolombina de Colombia.
Santa Marta tiene algo para todos los gustos: desde la historia del Centro Histórico y la tranquilidad de Minca, hasta la aventura en el Parque Tayrona y la majestuosidad de Ciudad Perdida. Este destino colombiano es una combinación perfecta de naturaleza, cultura y aventura.