Aunque para todos los viajes es crucial ser cuidadoso al momento de ordenar el equipaje, para aquellos trayectos que se harán en avión el cuidado debe ser mayor, ya que tanto los aeropuertos como los aviones cuentan con restricciones estrictas para ciertos objetos, tanto por seguridad como por razones legales. Algunos de los elementos que no se pueden llevar en el equipaje son:
Líquidos, aerosoles y geles: por lo general la mayoría de los aeropuertos permiten llevar solo 100 ml de estos productos por envase; además las normativas exigen que todos los envases estén en una bolsa de plástico transparente con cierre hermético.
Armas y objetos punzocortantes: aunque puede parecer obvio, es importante recordar que en un avión no es legal llevar cualquier tipo de arma, incluidas réplicas o juguetes que parezcan armas reales. Pero, además, tampoco se pueden llevar tijeras, cuchillos, cortaúñas y cualquier objeto que pueda ser utilizado para lastimar la integridad física de una persona.
Sustancias químicas y tóxicas: los productos inflamables, corrosivos o tóxicos, como ácidos, lejía, y venenos, están prohibidos. Así como los materiales explosivos o inflamables, entre ellos se encuentran los juegos artificiales, gasolina y alcohol en grandes cantidades. Y por su puesto drogas alucinógenas ilegales.
Estas son algunas normativas comunes en los aeropuertos del mundo; sin embargo, se recomienda que antes de viajar los pasajeros revisen con cuidado las normativas de cada aeropuerto, ya que algunos cuentan con exigencias particulares como no llevar alimentos frescos, o incluso no sacar productos típicos del país, o plantas medicinales.
Esta información se puede encontrar en la página web de cada aerolínea o del aeropuerto donde se abordará el avión.