Los alrededores de Medellín albergan auténticos paraísos termales, perfectos para quienes buscan desconectarse de la rutina y disfrutar de un ambiente de paz y bienestar. A continuación, se presentan tres destinos termales destacados que no solo ofrecen un descanso reparador, sino también una experiencia única en contacto con la naturaleza y los beneficios de sus aguas mineralizadas.
Bora Bora: tecnología y confort en Marinilla
A poco más de una hora de Medellín, en el municipio de Marinilla, se encuentra el innovador complejo de Termales Bora Bora. A diferencia de otras opciones tradicionales, estas aguas termales son artificiales, lo que permite un control preciso de la temperatura y la mineralización, asegurando una experiencia de baño de alta calidad y completamente higiénica.
Este moderno centro termal ofrece un entorno de diseño vanguardista, ideal para disfrutar en pareja o en familia. Las aguas de Bora Bora están enriquecidas con minerales como azufre, calcio, magnesio y dióxido de carbono, lo que contribuye a mejorar la salud de la piel, estimular la circulación sanguínea y eliminar toxinas, todo en un ambiente seguro y controlado.
Espíritu Santo: un refugio natural en Nariño, Antioquia
A unas 4 horas y media de Medellín, en la vereda Puente Linda del municipio de Nariño, se encuentra el complejo termal Espíritu Santo. Este lugar es reconocido por su impresionante entorno natural y por sus siete piscinas de diferentes temperaturas, que ofrecen una experiencia personalizada según las preferencias de cada visitante.
Cada piscina en Espíritu Santo lleva un nombre simbólico que evoca tranquilidad y paz, como Piedad, Sabiduría y Fortaleza, con temperaturas que varían desde los 26 hasta los 48 grados centígrados. Este refugio natural no solo proporciona una relajación profunda, sino que también permite conectarse con la naturaleza antioqueña en un ambiente lleno de serenidad y belleza.
El Otoño: un rincón de tranquilidad cerca de Manizales
Siguiendo la ruta hacia Manizales, a unas 4 horas y media de Medellín, se encuentra el hotel termal El Otoño. Este acogedor lugar destaca por su atmósfera íntima y su enfoque en la conexión con la naturaleza. La piscina termal del hotel, con tres temperaturas distintas, es perfecta para aliviar tensiones musculares y disfrutar de un momento de relajación.
El entorno de El Otoño está rodeado de exuberantes jardines y es frecuentado por colibríes y otras aves, lo que añade un toque especial a la experiencia. Este destino es ideal tanto para una escapada romántica como para celebraciones familiares, ofreciendo la posibilidad de reservar todo el complejo para eventos privados y asegurando una experiencia personalizada en plena naturaleza.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de El País.