Hace apenas un mes, pocos días después del cierre oficial de inscripciones de candidatos para las elecciones del 2019, los cinco aspirantes a la Alcaldía de Suárez, Cauca, tuvieron que rendir cuentas ante la columna móvil Jaime Martínez, el grupo armado al que se sindica de la masacre de seis personas ocurrida el pasado fin de semana en ese municipio.
Como si se tratara de una autoridad legalmente constituida, esa célula disidente de la extinta guerrilla de las Farc convocó a una reunión secreta y urgente con los cinco dirigentes políticos en un paraje de las montañas del noroccidente del Cauca.
En ese encuentro, que presuntamente habría sido encabezado por Leider Noscué Bototo, alias ‘Mayimbú’, cabecilla del grupo delincuencial, los alzados en armas les advirtieron a los candidatos César Lizardo Galindo, Jhon Jairo Bravo, Karina García, Ronal Villegas y Enrique Pineda que no debían caer en el 'juego sucio' en campaña, les pidieron transparencia y cero compra de votos.
Si cumplían con esas condiciones, les dijeron, ellos no apuntarían sus fusiles hacia sus campañas y los comicios se desarrollarían en completa calma.
Esa información, suministrada por Alonso Giraldo, padrastro de la candidata liberal Karina García Sierra, quien fue masacrada junto a cinco miembros de su comitiva en el corregimiento La Betulia el domingo, es una de las piezas que las autoridades analizan para esclarecer el hecho.
"El grupo residual de las Farc (columna Jaime Martínez) los citó a los candidatos y les dijo que solo les pedía transparencia dentro de la administración, compromisos que fueran cumplibles y que ellos no se iban a meter en ese proceso. Pedían que no hubiera compra de votos. De hecho, estamos consternados, de porqué el cambio de actitud", dijo Giraldo en diálogo exclusivo con El País.
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Agregó de que a pesar de las amenazas y los daños a la publicidad electoral, reportados por la misma candidata la semana pasada, no se esperaban un ataque armado de esta magnitud contra ella, y menos en la zona rural del Municipio.
"Le gustaba mucho ir a la zona rural, porque hasta el día de la masacre sabíamos que no tenía ningún problema. Ella tuvo la oportunidad de hablar con los grupos armados y le dijeron que no había ningún impedimento. Igual, que a todos los otros candidatos", sostuvo.
En la masacre de La Betulia, Giraldo perdió también a su esposa, Blanca Otilia Sierra, quien por azares del destino ese domingo 1 de septiembre acompañó a su hija a un acto de proselitismo.
"Ella era muy querida en la zona rural y decía que si en alguna parte se sentía tranquila era en la zona rural, porque ya tenía permiso para andar; le habían dado recomendaciones como, por ejemplo, quitarle el polarizado al vehículo, que el esquema de seguridad en lo posible anduviera sin armas y con los vidrios abajo", puntualiza.
Insiste en que el ataque los tomó por sorpresa, porque nunca sintieron un comportamiento hostil o amenazante por parte de la Jaime Martínez.
"Nunca nos dimos cuenta del cambio de actitud, el único antecedente que tenemos es que unos hombres armados (que se identificaron como de la columna móvil Jaime Martínez) requirieron al conductor que iba colocando la publicidad de la doctora Karina y simplemente le prohibieron colocar más publicidad y los hicieron devolver en el mismo punto donde este domingo la asesinaron", relata.
"Se hizo alguna gestión y ellos (la columna Jaime Martínez) dijeron que no eran comandos suyos y quedaron de investigar, pero hasta el sol de hoy. Nosotros andábamos muy tranquilos y no pensábamos que les pudiera pasar algo por ese lado, pero desafortunadamente sucedió", añade Giraldo.
Las otras dudas sobre el crimen
El lunes, después de un consejo extraordinario de seguridad realizado en Suárez, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, atribuyó la autoría de la masacre a la columna Jaime Martínez y anunció una recompensa de $100 millones por alias 'Mayimbú' y de $50 millones por alias 'Marlon', cabecillas de esa organización delincuencial.
Por su parte el alto comisionado de Paz, Miguel Ceballos, apoyado en un informe de inteligencia militar, dijo: "Se confirma que alias 'Mayimbu', quien es uno de los jefes de las disidencias de las Farc, es el responsable, por la influencia que tiene en la zona de ese crimen atroz”.
Sin embargo, tanto Alonso Giraldo, como otras personas cercanas a la candidata liberal Karina García, no descarta la posibilidad de que haya otros móviles y autores detrás del ataque, diferentes a la posible acción del grupo disidente de las Farc.
Sus dudas obedecen a la tensa situación en la que se venía desenvolviendo la campaña electoral en Suárez.
"El voto de opinión y de los jóvenes eran para Karina. Era las más opcionada, los amigos de campaña ya le decían 'alcaldesa' y ese era el temor que tenían los contradictores políticos, porque la clase política de Suárez ya no iba a tener la oportunidad de poner alcalde", asegura Giraldo.
Y específica que cuando la candidatura de Karina a la Alcaldía de Suárez tomó fuerza "empiezan las mentiras, porque el árbol que más frutos da es al que más piedras le tiran. Entonces desde luego ella era la más opcionada, era la persona a la que había que atacar".
Esa hipótesis no es descartable para los investigadores que llevan el caso, puesto que la misma Karina había advertido en un video que desde otras campañas (no específico cuáles), se había generado información para desprestigiarla.
"Están diciendo que si yo gano voy a traer a los paramilitares (...) Yo les pido el favor que midan las consecuencias de sus actos, (...) que voy a quitar tierras, esto puede traer un desenlace fatal para mí", señaló la aspirante del Partido Liberal en el video que posteó en sus redes sociales.