Luego de que una ola golpeara a una lancha en zona marítima del corregimiento de Ladrilleros, en Buenaventura, varias personas fueron rescatas por la Armada Nacional este domingo.
La pequeña nave llevaba el nombre de ‘Sol Angie Wendy’, y según relatan miembros de la Armada, esta habría zarpado desde Buenaventura con dieciocho personas a bordo, quienes habían hecho el viaje para hacer avistamiento de ballenas, pero, debido las malas condiciones de clima en el Pacífico, una ola los golpeó y los arrojó al mar.
La Unidad de Guardacostas llevó al capitán hasta el sector donde la lancha sufrió el accidente, al tiempo que la Fuerza Naval del Pacífico envió una avioneta para apoyar la búsqueda de otros pasajeros que iban en la embarcación. Sin embargo, luego de más de una hora, la lancha seguía perdida.
El personal militar trasladó al capitán de la embarcación hasta Juanchaco, otro corregimiento de Buenaventura, donde se encontró con la noticia de que en ese lugar ya estaba el resto de pasajeros, sanos y salvos.
La nave no contaba con los permisos adecuados para adelantar la actividad de avistamiento de ballenas. Al respecto, el capitán Juan Rendón, comandante de la Estación de Guardacostas de Buenaventura, invitó a turistas a seguir las medidas de seguridad respectivas.
”No hay que olvidar las difíciles condiciones meteomarinas por estos días, así que, al momento de adentrarse en el mar, no olvidar la utilización de chalecos salvavidas y equipos de comunicación por parte de las embarcaciones”, señaló el uniformado.
Un incendio forestal destruye 7.000 hectáreas en el centro de Portugal
Un incendio forestal en el centro de Portugal arrasó una superficie de 7.000 hectáreas y dejó al menos 11 heridos este domingo, informó Protección Civil, en alerta por los riesgos del aumento de las temperaturas en todo el país.
Agregó que “es un área muy grande con muchas casas y pueblos aislados” y que los bomberos estaban enfocando sus esfuerzos en cuatro puntos calientes desde los cuales era probable que las llamas volvieran a comenzar.
Actualmente, más de mil bomberos permanecen en el terreno “tratando de garantizar la estabilización del fuego, cuyo perímetro ya alcanza los 60 kilómetros”, indicó el comandante durante una rueda de prensa en el municipio de Proença-a-Nova.
Este incendio forestal, que se desató el viernes en la localidad de Castelo Branco, arrasó unas 6.000 hectáreas en las primeras 24 horas, indicó Protección Civil en una primera estimación de la superficie quemada.
El humo y las cenizas que emanaron llegaron el sábado a la ciudad santuario de Fátima (centro).
Otro foco movilizó el domingo a más de 400 bomberos en Odemira, cerca de la costa suroeste del país.
“Las llamas están cediendo el paso a los medios de combate”, indicó en el domingo en la mañana Tiago Bugio, uno de los responsables de Protección Civil, y precisó que dos frentes del incendio permanecían activos, pero que un tercero, que se dirigía hacia el sur y a la turística región de Algarve, había sido puesto bajo control.
Debido a las temperaturas, que el domingo podrían alcanzar los 40º C en algunas regiones, Protección Civil advirtió el sábado que el riesgo de incendio sería “muy alto o máximo en todo el territorio” durante los “próximos días”.
En la vecina España se desató un nuevo incendio a gran escala que amenazaba viviendas cerca de las localidades de Puerto Real y Cádiz, en Andalucía (sur).
Mientras, el fuego que quemó cerca de 600 hectáreas en Cataluña (noroeste), en la frontera con Francia, este domingo se mantuvo bajo control pese a reanudarse en algunos puntos por los fuertes vientos, y otro incendio declarado en Bonares, Andalucía, también pudo ser controlado.
Con información de Agencias