A 31 años de prisión fueron condenados Diego Fernando Rivas Zuleta, alias Simón, y Jhon Jaime Ramírez, alias JJ, quienes ya habían sido capturados y judicializados por su responsabilidad en el asesinato de cinco jóvenes en Buga. Estos sujetos, según indicó la Fiscalía General, serían miembros de la estructura Adán Izquierdo de las disidencias de las Farc.
De acuerdo con lo indicado por las autoridades, las investigaciones y las pruebas encontradas permitieron determinar que, en la madrugada del 24 de enero de 2021, ‘Simón’ y ‘JJ’ llegaron armados a la finca en la que se encontraban los cinco jóvenes, con edades entre los 17 y 18 años, y dispararon indiscriminadamente contras las víctimas, quienes estaban departiendo en la zona de la piscina del lugar.
Al respecto, la Fiscalía detalló que desde el momento en que ocurrieron los hechos se adelantó un trabajo interinstitucional que les permitió recopilar más de 100 elementos y evidencias físicas en contra de ‘Simón’ y ‘JJ’.
Los hombres, según reveló el ente investigador, aceptaron mediante preacuerdo su responsabilidad en el crimen de los cinco jóvenes y un juez penal de conocimiento los declaró responsables de los delitos de homicidio agravado; y fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones.
¿Cómo ocurrieron los hechos?
El asesinato de los cinco jóvenes se registró en la madrugada del domingo 24 de enero de 2021 en la finca Santa María, ubicada en la vereda Cerro Rico, jurisdicción del corregimiento Chambimbal. La masacre se registró cerca de las 3:00 a.m. en zona rural de Buga.
En el hecho también quedaron heridos Ramiro Martínez Cuadros, de 60 años y quien se desempeñaba como mayordomo de la finca y Santiago Tascón Arboleda, de 17 años.
Luego de ocurridos los hechos, las autoridades reiteraron que tanto las jóvenes víctimas como sus familias son personas de bien, estudiantes, deportistas y trabajadores de la región, muy conocidos en sus actividades.
Las cinco víctimas fueron Juan Pablo Marín, de 18 años; Nicolás Suárez Valencia, de 18 años; Sara Rodríguez García, de 18 años y quien sería hija de uno de los médicos del Hospital Divino Niño; y Valentina Arias, de 17 años. Todos ellos eran estudiantes y sus cuerpos fueron trasladados hasta la morgue de Buga.
Jacobo Pérez Vásquez, de 18 años y quien era el hijo del propietario de la finca, alcanzó a ser remitido con vida a un centro asistencial, donde falleció horas después y se convirtió en la quinta víctima fatal del hecho.