El señor Rafael Ángel González Araujo, víctima del atentado con motobomba en Jamundí del pasado 12 de junio, falleció en las últimas horas. Así lo confirmó el Personero de Cali, Gerardo Mendoza Castrillón.
“Lamento profundamente lo ocurrido, hicimos institucionalmente todo lo que estuvo a nuestro alcance. El descenso de don Rafael no deja de enlutar a la región y al país”, expresó el funcionario.
Rafael llevaba 13 días hospitalizado en la Fundación Valle del Lili, donde llegó con múltiples traumatismos, además de quemaduras grado dos en cara, cuello, tórax y abdomen. Y en la última semana, había sido amputado uno de sus brazos, debido a una bacteria que lo estaba afectando, sin embargo, los profesionales de la salud no pudieron controlar, complicando aún más su ya delicada situación.
Vale recordar que Rafael Ángel, era un ciudadano venezolano, quien se encontraba muy cerca de donde los terroristas ubicaron la motobomba, puesto que, hasta ese momento, se dedicaba a cuidar las motocicletas estacionadas en el centro de Jamundí, como su medio de sustento.
Su hijo, quien había solicitado oraciones por su padre, recordó cómo encontraron hospitalidad en Jamundí después de llegar de Venezuela, destacando la amabilidad de la gente local que les permitió establecerse y trabajar en el municipio.
“Decidimos partir y llegar hasta donde pudiéramos estar mejor. No teníamos un lugar específico adonde llegar o que hacer. Caminamos, pasamos frío, calor y ampollas en los pies. (...) Desde el momento que nosotros llegamos a Jamundí, conocimos a varias personas y de inmediato nos comenzaron a ‘meter la mano’. Comenzamos a trabajar y vimos que era muy diferente a Cúcuta. Por eso, decidimos quedarnos en Jamundí”, señaló su hijo Ángel.
Sobre su padre, el joven venezolano explicó que además de dedicarse a cuidar motos y carros en ese punto donde ocurrió el atentado, el hombre también se dedicaba a las ventas ambulantes y al reciclaje.
El Personero de Cali mandó un mensaje de solidaridad a los familiares de la víctima. “Paz en la tumba de Rafael. Solidaridad y consuelo para su familia, especialmente a su hijo Ángel, quien estuvo dedicado a la recuperación de su padre”.
Puntualizó que “Don Rafael había llegado a Colombia en busca de esperanzas, de oportunidades, pero encontró la muerte. Eso hace que el llamado sea insistente a la agencia del ministerio público para que la población civil esté marginada de toda confrontación”.
Por su parte, la Alcaldía de Jamundí también lamentó los hechos y manifestaron su disposición para brindar el apoyo necesario a su familia, tanto en el ámbito emocional como en el logístico y económico, en estos momentos de dolor. Además de dar con los responsables de los hechos.
“Nos comprometemos a colaborar con las autoridades competentes para esclarecer este lamentable hecho y para que se haga justicia. Asimismo, reafirmamos nuestro compromiso con la seguridad y bienestar de todos los ciudadanos de Jamundí. No escatimaremos esfuerzos en mejorar nuestras estrategias y políticas de seguridad para prevenir que sucesos como este vuelvan a ocurrir”, expresaron.