La Asociación Guardianes del Manglar, con apoyo de la comunidad y la CVC, liberó cerca de 80 neonatos de tortuga marina de la especie golfina (Lepidochelys olivácea) en el oceáno pacífico vallecaucano, que se sumaron a las más de 9000 tortugas liberadas desde el 2012, como parte de las acciones para la protección de esta especie amenazada.

“Estamos en la desembocadura del río Cajambre, en la hermosa playa de Punta Bonita. Aquí encontramos una comunidad comprometida con el cuidado del manglar, el ecosistema y las tortugas marinas. Trasladan los nidos encontrados durante sus recorridos por la playa al tortugario, donde los protegen de amenazas hasta su eclosión. Es fundamental reconocer esta labor, ya que solo una de cada 1.000 tortugas alcanza la edad adulta y logra reproducirse. Este es un proceso largo que incrementa el riesgo de extinción, por lo que desde la Corporación apoyamos y celebramos estas acciones”, expresó Marco Antonio Suárez, director general de la CVC, durante la jornada.

Gracias a la colaboración de dos comunidades comprometidas con la protección de esta especie amenazada, se puede garantizar que las tortugas puedan nacer para llegar al mar. | Foto: El País

En el Pacífico vallecaucano operan dos viveros tortugarios que tienen como labor garantizar la eclosión segura de los huevos de tortugas, uno de estos está ubicado en Puerto España-Miramar, liderado por Romelia Ruiz y su familia, y otro en Punta Bonita, río Cajambre, bajo la dirección de la Asociación Guardianes del Manglar.

Estas especies marinas son consideradas como el reptil más antiguos del mundo y actualmente enfrentan numerosas amenazas, como la erosión costera, la caza furtiva y la contaminación de los océanos, que ponen en peligro la permanencia de su especie.

La reciente liberación fue llevada a cabo con la participación de la comunidad y la Asociación Guardianes del Manglar y la CVC. | Foto: El País

Por ello, a través de iniciativas de sensibilización comunitaria, se han logrado importantes avances en la protección de estos animales involucrando activamente a jóvenes y niños en las acciones de conservación.

De otro lado, la jornada fue aprovechada para realizar los monitoreos durante el avistamiento de ballenas jorobadas en Bahía Málaga, con la que se espera mantener esta práctica responsable para que las personas puedan disfrutar de estos imponentes mamíferos al Pacífico vallecaucano y no se afecte su bienestar.

La Corporación, en colaboración con entidades locales y consejos comunitarios, realiza un seguimiento tanto de las ballenas como de las embarcaciones, asegurando el cumplimiento de los protocolos establecidos.