Por Olga Lucía Criollo, Editora de Política y Paz
Gustavo Arbeláez, quien en época de guerra era conocido como Santiago, es conocido porque fue el encargado de planear y ejecutar el secuestro de los doce diputados del Valle del Cauca, quienes fueron sacados con engaños por guerrilleros de las entonces Farc de la sede de la Asamblea el 11 de abril de 2002.
24 años después de ese hecho, que terminó cinco años después con el asesinato de once de los políticos secuestros a manos de sus captores, Arbeláez, que para el momento del plagio era un mando medio del grupo subversivo que luego firmó la Paz con el Estado colombiano, se ha dedicado a participar en procesos de reconciliación, mientras, espera las sanciones que le impondrá la Jurisdicción Especial de Paz por el caso de los diputados y otros crímenes de guerra y lesa humanidad que le ha imputado.
“Estoy muy comprometido con temas de verdad y de reconciliación. Trabajo con el Estado como contratista y estoy iniciando una especialización en Derechos Humanos. He recuperado a mi familia, aprovechado al máximo esta segunda oportunidad que la vida me está dando y, con la JEP, muy comprometido en seguir aportando en temas de verdad y reparación, y muy atento a hacer cualquier actividad que reconstruya el tejido social y familiar y que dé confianza de que la reconciliación es posible y que eso es lo que necesita nuestro país para consolidar la Paz”, dice el excombatiente.
Pero para quien todavía es llamado por algunos como Santiago la que terminó con la vida de los diputados del Valle no es la única acción “que no debió haber sucedido”. También lamenta “lo que pasó en los territorios con presencia de comunidades afro e indígenas”, confiesa.
“Desconocimos su cosmovisión, sus autoridades, sus tradiciones, con una visión seguramente muy occidental, y ese impacto negativo no lo dimensionamos, y ahora, una vez salido del conflicto, cuando estamos en estas versiones con la Comisión de la Verdad y frente a las víctimas es que entendemos en su justa dimensión eso que desconocimos y que no tuvimos claridad de respetar”, narra Arbeláez, antes de confesar que “ha sido algo muy fuerte, que también he valorado y que, cada que tengo una oportunidad de estar con comunidades afro o indígena, reconozco esa afectación que hicimos a sus tradiciones, a sus autoridades y a sus costumbres, y también ha sido un ejercicio que, no estando en las dinámicas propias de la guerra, nos permite mirar que fue un error en el que actuamos todos las estructuras armadas que estuvimos en sus territorios”.
Y a la pregunta de si le ha sucedido que alguna persona lo haya confrontado públicamente por un caso sucedido en medio de la guerra, responde: “Yo he estado en diferentes espacios de reconocimiento de responsabilidades, buscando temas de reconciliación y, claro, no es fácil encontrarse uno a la víctima y que le diga: ‘mire, mi familiar era fulano de tal, y los sueños que tenía con él eran estos’. Es una situación muy dura. A veces se mira más el papel de la víctima, pero no qué pasa con uno en ese reconocimiento de responsabilidades. No es fácil, al principio las miradas son de rabia, de rencor, de odio, pero, en la medida en que escuchan unas palabras en donde se acepta de corazón la afectación de esas dificultades que han tenido por el accionar nuestro, cambian, y he sentido espacios donde agradecen haber tenido ese momento que siempre esperaron de alguien que, así no haya cometido esos hechos, pero que es responsable o mando de esa organización, reconozca la afectación de los mismos, y terminamos con lágrimas y con abrazos que ayudan a entender que esta página tenemos que pasarla y que tenemos que apostarle mucho a la reconciliación”.
Finalmente, quien fuera alias Santiago se refirió a ‘Walter Mendoza’, otro de los mandos medios de las extintas Farc en esta región del país, con quien él compartió en el monte, en el mismo Bloque y también la firma de la Paz, pero ahora está en una nueva guerrilla, la Segunda Marquetalia, al lado de ‘Iván Márquez’: “Yo diría que cada quien es responsable de sus actos. Nosotros hicimos un proceso, estamos cumpliendo los parámetros que firmamos. Respetamos, pero no compartimos ese tipo de decisiones. Nosotros seguimos adelante. Ahora ellos adelantan un proceso de diálogo con el Gobierno Nacional, que esperamos surta frutos positivos en términos de llegar a unos acuerdos, pero podría decir solamente eso: que respeto, pero no comparto la decisión que ellos han tomado”.