Comunidades del Bajo Calima, en Buenaventura, y el Bajo San Juan, en Chocó, denuncian desabastecimiento de alimentos, medicamentos y combustible y confinamiento de la población, a raíz del paro armado anunciado por el Clan del Golfo. El paro impuesto por las AGC, grupo conocido como el Clan del Golfo, generó este fin de semana afectaciones en departamentos como Córdoba, Sucre, Antioquia y Chocó. A estos hechos violentos se suman las denuncias de las comunidades del Distrito de Buenaventura. Un comunicado de las comunidades afrodescendientes e indígenas del Bajo San Juan, del Bajo Calima y de Buenaventura pone en evidencia las afectaciones en estos territorios por el paro armado. El pasado viernes, hacia el mediodía, miembros de la estructura paramilitar incineraron dos vehículos en la vía que conduce de Buenaventura al río Calima.
Por otra parte, alrededor de las 10:00a.m. del sábado dispararon a dos conductores de transporte público que atienden rutas del Bajo Calima. "Los hechos se presentaron en la vía que conduce al Puerto de Agua Dulce, obligaron a cerrar las tiendas y dejaron a las comunidades sin alimentos, evidenciando más claramente el confinamiento en el territorio", se lee en el comunicado. Lea también: Paro armado: capturan a dos cabecillas del Clan del Golfo en Luruaco, Atlántico Ante estos hechos violentos, la comunidad decidió "enfrentar al Clan del Golfo para exigir respeto a la vida, la libre movilidad y alimentación". Sin embargo, la respuesta del grupo fue una amenaza directa: "a quien veamos caminando por las calles, saliendo del pueblo, quien abra las tiendas será objetivo militar y mataremos por lo menos 5 personas si sigue jodiendo", expresa el documento publicado por las comunidades étnicas.
Asimismo, denuncian que, alrededor de las 8:30a.m. del domingo, los pobladores de La Colonia, Consejo Comunitario del Bajo Calima en Buenaventura, fueron citados por el Clan del Golfo a un reunión. Según las comunidades, el grupo armado amenazó con extender el paro armado, "picar a la comunidad y acabar con todos los colaboradores del ELN".
Las peticiones de la comunidad
Las comunidades afectadas por el paro armado en Chocó y Buenaventura destacaron que desde hace seis meses sus territorios enfrentan una grave crisis humanitaria que ha generado desplazamiento forzado y temor. Frente a estos hechos, los grupos étnicos piden “una salida pacífica y negociada a la actual crisis humanitaria”. “Rechazamos el confinamiento y bloqueo económico que padecemos en el Bajo Calima y Bajo San Juan desde hace seis meses y que se agudiza con el paro armado”, dice el comunicado.