La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) dio a conocer recientemente que en un operativo de inspección, vigilancia y control realizado en el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón por algunos funcionarios de la entidad y de la Fundación Biodess, dieron con la incautación de ocho kilos de carne o partes de especies como tollo, cangrejo, raya y guagua, así como cuatro tiburones juveniles, sin aletas, y conchas. Estos provenían de municipios del Pacífico colombiano como Tumaco, Guapi y López de Micay.
“Es alarmante que cada semana se realicen estas incautaciones. Al momento del decomiso, las personas intervenidas manifiestan que desconocen la normatividad frente al tráfico de fauna y transporte de especies, cuyo material orgánico es adquirido libremente en plazas de mercado y galerías de departamentos como Nariño y Cauca”, aseguró Ana Beiba Márquez, directora de la DAR Suroriente de la CVC.
Según la CVC, las partes de los animales eran transportadas en cavas de icopor, sin ningún tipo de permiso ni salvoconducto de movilización. Como corresponden en estos casos, se procedió a realizar la aprehensión preventiva y el traslado al Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre San Emigdio, para continuar la cadena de custodia y disposición.
Por su parte, Kelly Yohana García, técnica operativa de dicha regional de la CVC, indicó que “en el transcurso de espera del equipaje de bodega, se informa a las personas presentes acerca del trabajo que desarrolla la autoridad ambiental, referente al tráfico ilegal de especímenes de flora y fauna silvestre, y se les indica que se realizará una revisión física a los equipajes de bodega perfilados, en presencia de su respectivo dueño”.
Según Marco Antonio Suárez, director general de la CVC, los responsables de aprovechamiento ilícito de especímenes, productos o partes de flora y fauna como lo es en este caso, pueden enfrentar penas de prisión entre 60 y 135 meses, y una multa entre 134 y 43.750 salarios mínimos legales mensuales vigentes. Mientras que el tráfico de fauna puede tener una sanción de penas de prisión entre 60 y 135 meses, y multas entre 300 hasta los 40.000 salarios mínimos legales mensuales vigentes.
“La CVC se articulará con las autoridades hermanas de Cauca y Nariño para que esta práctica se vea seriamente afectada. Traficantes: absténganse del tráfico de fauna por el aeropuerto Alfonso Bonilla Aragón”, puntualiza Suárez.
Finalmente, la autoridad ambiental del Valle del Cauca destaca que la exportación o comercialización de tiburones o rayas aumenta la pena de una tercera parte a la mitad y recuerda que el tráfico de especies de la vida silvestre representa una afectación grave a los ecosistemas y a los recursos naturales.