Sin ninguna explicación, el contratista que ejecutaba la construcción del proyecto denominado Alameda del Río Tuluá, sobre la carrera 28 entre la Calle Sarmiento y Puente Negro, dejó inconclusa la obra.
El proyecto, cuyo valor supera los $3.812 millones, es financiado con recursos del Gobierno departamental y estaba a cargo del Consorcio Alameda 2018.
El plazo de ejecución era de seis meses y se va a cumplir un año del inicio de las obras y aún no se ha concluido el proyecto.
De acuerdo con los diseños que presentó la administración municipal, además de la recuperación de los andenes y la zona verde, se debía construir un puente peatonal sobre el río Tuluá el cual no se ha terminado.
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Por estas razones, el alcalde de Tuluá, Gustavo Vélez Román le hizo varias observaciones a lo que se ha construido de la Alameda del Río Tuluá hasta el momento.
“Yo, realmente estoy muy preocupado por la calidad de los trabajos que se han hecho, podemos ver que el último tramo de pavimento que hicieron es de muy mala calidad, es defectuoso, incluso causaron algunos daños a lo que ya estaba hecho”, manifestó el ingeniero Vélez Román, quien agregó que “es una obra que no sabemos cuándo la van a terminar”.
A esto se suma las quejas de un grupo de trabajadores que interpuso sus quejas en la oficina de trabajo de Tuluá porque al parecer el contratista les quedó debiendo, en algunos casos, hasta dos meses de salarios, las prestaciones sociales y la liquidación.
Los habitantes del sector también están perjudicados con esta obra inconclusa porque en las noches se ubican sobre el puente peatonal consumidores de alucinógenos aprovechando la oscuridad del lugar.
Por su parte, el secretario de Infraestructura del departamento, Miguel Ángel Muñoz, ha dicho que el contratista de la Alameda del río Tuluá debe responder por todas sus obligaciones, como son proveedores y salarios y por la obra en si, o de lo contrario se tendría que hacer cumplir las pólizas que suscribió en el momento en que se firmó el contrato.