Redacción de El País - Fotos Wirman Ríos

La tradición de los años viejos de grandes proporciones en Buga comenzó hace 40 años, cuenta el artista plástico Hernando José Rojas Cubillos, más conocido en la ‘ciudad señora’ como ‘Nacho’.

Mi madre, María Emilia Cubillos, me dejó ese legado. Ella era una líder comunal del barrio La Concordia y con ella y los vecinos empezó la tradición de hacer los años viejos. En ese entonces eran muñecos sencillos, rellenos de aserrín. En los barrios se hacían comparsas, la gente se disfrazaba. Era una fiesta popular.

Durante varios años, ‘Nacho’ se dedicó a la publicidad en Buga, hasta que sintió el llamado del arte. Entonces volvió a su vocación: la escultura, la pintura, el dibujo. Enseguida fundó un taller. Allí hacía los años viejos a final de año, y todo el que quería entrar para aprender a hacer los muñecos lo podía hacer.

El artista Hernando José Rojas Cubillos, más conocido en la ‘ciudad señora’ como ‘Nacho’, es uno de los principales promotores de la tradición de los años viejos. Busca que la Gobernación y otras entidades realicen gestiones para conservarla. | Foto: El País

Era una escuela abierta. Todo el que quería ingresaba a admirar los años viejos y después querían aprender a hacerlos de manera estructurada, artística. Yo les enseñaba e introducía el mensaje de no a la pólvora. Los años viejos de Buga no se queman, se conservan como lo que son, arte. Es un legado que hoy lo transmiten los artesanos. Mi idea fue sembrar esa tradición en el territorio y mejorar el arte que hay detrás. Si en un año hacíamos un muñeco de determinado tamaño, el próximo nos trazábamos el reto de hacerlo más grande y mejor – cuenta ‘Nacho’ mientras detalla con su pincel la cabeza de un muñeco.

Uno de sus alumnos más aventajados es William Zambrano Orozco. Es diseñador gráfico y actual técnico de sonido del Teatro Municipal de Buga. Desde hace 15 años, junto con su primo y los vecinos del barrio El Molino, participa en el Festival de Años Viejos, que premia a los mejores muñecos. En este 2023, William y su barrio compiten con un año viejo que recrea los personajes de Aladino: Jasmine, Jafar, Abu y Iago. En 2014, cuando murió el actor Roberto Gómez Bolaños, el año viejo que hicieron fue el del Chavo del 8. La idea de William ha sido elaborar personajes de la televisión y las caricaturas para obsequiarles alegría a los niños el último día del año.

William Zambrano Orozco y su primo elaboraron el año viejo con los personajes de Aladin. William es uno de los alumnos de ‘Nacho’. | Foto: El País

Fue ‘Nacho’, en su taller, el que nos inculcó el arte para hacer los muñecos. En un año viejo convergen varias técnicas y no se trata solo de un muñeco, sino contar una historia a través de él – dice William.

Los materiales han evolucionado. Primero aserrín. Después arcilla. El problema era que eso hacía que los años viejos fueran muy pesados. Entonces Nacho y los artesanos de Buga comenzaron a hacerlos de icopor, de plastilina y lo más reciente, fibra de vidrio. Así se garantiza que sigan siendo enormes, con anatomía, de muy alta definición.

En este 2023 el barrio San José de las Palmas participará en el Festival de Años Viejos con un muñeco de Mario Bros, por ejemplo, a propósito de la película de Nintendo que se consolidó como la más taquillera en el mundo; el barrio San Gerónimo le hará un homenaje a Cristiano Ronaldo, el goleador del año; el barrio Santa Barbara le rendirá tributo a un ídolo de la región, Freddy Rincón, y en Sucre ya está listo el muñeco sonriente de Rigoberto Urán.

‘Nacho’ tarda en promedio un mes en elaborar un año viejo, “aunque toda obra termina cuando el artista lo decide, siente que ya está lista”. | Foto: El País

La premiación del mejor se realizará en el Coliseo de Ferias, en distintas categorías: tecnológico, infantil, ficción, artesanitos y personajes, y se entregó una bolsa de $30 millones en premios, desde $400 mil hasta $7 millones.

‘Nacho’, sin embargo luce preocupado. Él anhela que además del Festival, se organicen desfiles y comparsas con los años viejos. Es una manera, explica, de no dejar perder la tradición.

Anteriormente se hacían 150 muñecos. Hoy son 80, la mitad.