Con honores fue despedido ayer el piloto de la Fuerza Aeroespacial Colombiana (FAC), Hanner David Sánchez, quien falleció el martes luego de que la aeronave de matrícula FAC-2448, se precipitara al suelo durante una misión de instrucción.
Allegados al piloto y miembros de la Fuerza Aérea en Cali, le despidieron con una solemne ceremonia, para posteriormente conducir sus restos mortales a Bogotá, ciudad donde fueron sus exequias. Durante el acto, miembros de la FAC agradecieron la loable misión del capitán Sánchez, quien pudo realizar las maniobras necesarias para evitar que una tragedia mayor sucediera, aunque esto le costara la vida a él y a su copiloto, el cadete de la Escuela de Aviación Marco Fidel Suárez, Juan David Díaz, quien recibía su instrucción de vuelo.
Hanner David Sánchez, había acumulado 4.260 horas de vuelo en los últimos diez años, por lo que su gran experticia en el aire le permitieron llevar la aeronave a sitio seguro, causando el menor de los daños posible.
“La experiencia le permitió maniobrar con gran pericia la aeronave, evitando una mayor afectación en el lugar del accidente. Enviamos un saludo de condolencia a su esposa Vanesa, a sus padres y hermanos”, afirmó el comandante de la FAC.
Cabe decir que, según el general Luis Carlos Córdoba Avendaño, comandante de la Fuerza Aeroespacial Colombiana, además de su importante y última misión ese fatídico día, el capitán tuvo una trayectoria impecable a lo largo de los años en la institución: “En su hoja de vida se registran 185 felicitaciones; cuatro distintivos y durante su trayectoria como piloto militar voló un total de 4.260 horas en los equipos Tucano T27, Embraer 145, Cessna 208 Caravan y T90 Calima”.
Un capitán de la FAC, compañero de vuelo y amigo de Sánchez, habló con El País sobre cómo han sido las horas después de esta tragedia que enluta a la Fuerza Aérea Colombiana, y su gran hazaña para velar por el bienestar de la población civil. “Gracias a su pericia y maniobra logró llevar el avión a un lugar donde no afectará la vida de alguien más, dentro de sus principios y honor militar, porque los caballeros del aire volamos, entrenamos y combatimos para vencer”, dijo el uniformado.
No obstante, le envió un emotivo mensaje. “Dejas un gran vacío en nuestros corazones. Te extrañaremos y haremos honor a tu legado. Dejaste huella en cada uno de nosotros, tus valores y virtudes seguirán siendo referente en nuestro actuar. El cielo está de fiesta con tu llegada… muchas gracias, amigo y compañero porque cada día nos enseñaste cómo ser una mejor persona! Vuela alto MARISCAL 73″.
Finalmente, el militar explicó que, pese a ser Sánchez, oriundo del Valle del Cauca, sus restos mortales se llevaron a Bogotá porque murió en actividad del servicio, por lo que su cuerpo fue enterrado en el panteón militar: “Antes de que se realizara el entierro se le realizaron honores con tiros al aire en compañía de todos los generales de la Fuerza Aeroespacial Colombiana”.
Cabe decir que, antes de la tragedia, la aeronave despegó a las 6:27 a.m., desde la pista de la Base donde funciona la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez. Estuvo cerca de una hora en el aire y alcanzó una altura de 3.200 pies. El sistema Flightaware registró la trayectoria que el piloto siguió durante el tiempo del entrenamiento.
Ahora, esa información será clave en la investigación que ya se adelanta por parte de las autoridades para esclarecer a qué se debió el accidente.