“No quiero salir del Salado (Bolívar), pero en estos momentos lo voy a hacer, voy a salir de mi territorio, no solo por mi integridad sino por la de toda mi familia”, fue el anuncio que, con mucho dolor, hizo la lideresa social Yirley Velasco, ante las amenazas de muerte que ha recibido esta semana.

Mientras tanto, cientos de mujeres reunidas en la Mesa por la protección a la vida de lideresas y defensoras de derechos humanos que se realizó ayer en Cali se unían en un estruendoso coro para decir ¡Yirley no está sola, Yirley no está sola!

Las amenazas le han llegado por medio de panfletos, llamadas y mensajes de texto, en donde le advierten que su vida va a tener el mismo final de María del Pilar Hurtado, la líder asesinada en Tierralta, Córdoba.
Como Yirley, más de 430 líderes en toda Colombia han sido amenazadas para que abandonen sus territorios. Además, se han presentado 13 atentados y 20 homicidios entre marzo de 2018 y mayo de 2019.

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“El 23 de agosto del 2018 se firmó un pacto por la vida en Apartadó, en el punto 2 el Gobierno y la Procuraduría se comprometieron a implementar el programa de garantías para lideresas y defensoras. Han muerto 14 compañeras después de que firmamos ese pacto. Nos quedamos cortas, el Gobierno se quedó corto; no les cumplimos. Probablemente, hoy estarían aquí y no hubiéramos tenido que enterrarlas”, dijo, ahogada por el llanto, Mayerlis Angarita, líderesa de Montes de María.

Ante este panorama, el defensor del Pueblo, Carlos Negret, habló de la importancia de atender las alertas tempranas. “Necesitamos creer en lo que dicen los panfletos amenazantes, los cuales no se pueden ignorar si son de las Autodefensas Gaitanistas o de otro grupo armado”.

Las lideresas reclamaron que se pase del discurso a las acciones concretas y señalaron la necesidad de una articulación entre las instituciones del Estado.

La líder social Francia Márquez dijo que “hoy hay desesperanza, hay tristeza, hay desconfianza desde las comunidades hacia las instituciones del Estado porque hemos llegado a tal nivel que a veces sentimos que tenemos que defendernos del Estado, que el Estado nos ataca”.

“No queremos que esto sea un acto simbólico donde uno viene y se toma la foto, sino que queremos que los mandatos que de aquí salgan de las mujeres que cuidamos la vida, que cuidamos los territorios y que le apostamos a la paz en medio del conflicto armado, sea una realidad”, dijo Francia.

El propósito de esta Mesa, según el procurador general, Fernando Carrillo, es demostrar a los violentos que el miedo y la intimidación no pueden frenar la lucha por los derechos sociales y que las principales protagonistas de esa lucha por los derechos sociales han sido, son y seguirán siendo las mujeres”.

Asimismo, la presidenta de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, Patricia Linares, habló de la importancia del papel de las mujeres en el conflicto armado: “Han sido ustedes las mujeres las que han venido sosteniendo el proceso de paz en Colombia, con todas las dificultades, con todos los ataques sistemáticos de distintos sectores”.

Además recordó a la Fiscalía General el compromiso de trabajar de la mano con la JEP por las víctimas y la no repetición.

“Con nosotros cuenten para la paz, nunca para la guerra”, concluyó la presidenta de la JEP.

Por su parte, la Gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro, aseguró que desde su administración se ha venido trabajando para ofrecer garantías a las lideresas intimidadas de la región, al tiempo que reclamó más apoyo nacional para ellas.

“En el Valle del Cauca, siempre qué hay una queja, una amenaza, inmediatamente activamos la ruta del comité y subcomité técnico de prevención, protección y garantías de no repetición”, dijo la Mandataria.
Las lideresas aseguraron que no quieren irse de sus territorios porque estos son la vida para ellas, pero aseguraron que la lucha continúa.

“Nos están matando, pero la lucha continúa (...) Quiero seguir luchando, quiero seguir viva y decirles a los agresores que no vamos a callar”, dijo con la voz en alto Yirley Velasco.