El temor al Plan Pistola que está llevando a cabo el Clan del Golfo ha provocado que los niños que viven en zonas rurales de Buenaventura no quieran asistir a sus escuelas.

Según información del Ministerio de Defensa y de la Policía Nacional, en lo que va del año, y hasta el 25 de julio, grupos armados organizados han asesinado a 34 miembros de la Policía Nacional y han dejado heridos a 68.

"La población está muy asustada, los niños no quieren ir al colegio, los docentes no tienen cómo ingresar tan fácil y, por lo tanto, son zonas donde la delincuencia ha tomado mucha ventaja. Le pedimos a las autoridades que haya firmeza en estas decisiones para controlar estos territorios. Es el Estado el que debe retomar el orden", le dijo a Blu Radio, monseñor Rubén Darío Jaramillo, obispo de Buenaventura.

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Buenaventura está en alerta porque, además de ser zona clave de las rutas del narcotráfico, en el sector del Bajo Calima se han registrado confrontaciones a lo largo del año entre el ELN y el Clan del Golfo, situación que ha originado varios casos de desplazamiento.

Es por esto que monseñor Rubén Darío le pidió al Gobierno Nacional estar de frente ante esta situación de violencia y fortalecer a la institución.

"No puede haber una vida que sea menos importante que otra. Todas son valiosas, porque todos somos hijos de Dios. Yo invito a todos los gobernantes, que son quienes tienen que encabezar las campañas y las precisiones políticas, que incluyan recursos para fortalecer mucho más a nuestra Policía Nacional", manifestó monseñor.